Jueces, 15

La Biblia de Jerusalén

1 Algún tiempo después, por los días de la siega del trigo, fue Sansón a visitar a su mujer llevando un cabrito y dijo: «Quiero llegarme a mi mujer, en la alcoba.» Pero el padre de ella no le dejó entrar.

2 y le dijo: «Yo pensé que ya no la querías y se la di a tu compañero. ¿No vale más su hermana menor? Sea tuya en lugar de la otra.»

3 Sansón les replicó: «Esta vez no tengo culpa con los con los filisteos si les hago daño.»

4 Se fue Sansón, y cazó trescientas zorras; cogió unas teas y, juntando a los animales cola con cola, puso una tea en medio entre las dos colas.

5 Prendió fuego a las teas y luego, soltando las zorras por las mieses de los filisteos, incendió las gavillas y el trigo todavía en pie y hasta las viñas y olivares.

6 Los filisteos preguntaron: «¿Quién ha hecho esto?» Y les respondieron: «Sansón, el yerno del timnita, porque éste tomó a su mujer y se la dio a su compañero.» Entonces los filisteos subieron y quemaron a aquella mujer y la casa de su padre.

7 Sansón les dijo: «Ya que os portáis así no he de parar hasta vengarme de vosotros.»

8 Y les midió las costillas causándoles un gran estrago. Después bajó a la gruta de la roca de Etam y se quedó allí.

9 Los filisteos subieron a acampar en Judá e hicieron una incursión por Lejí.

10 Y les dijeron los hombres de Judá: «¿Por qué habéis subido contra nosotros?» Respondieron: «Hemos subido para amarrar a Sansón, para hacer con él lo que él ha hecho con nosotros.»

11 3.000 hombres de Judá bajaron a la gruta de la roca de Etam y dijeron a Sansón: «¿No sabes que los filisteos nos están dominando? ¿Qué nos has hecho?» El les repondió: «Como me trataron a mí, les he tratado yo a ellos.»

12 Ellos le dijeron: «Hemos bajado para amarrarte y entregarte en manos de los filisteos.» Sansón les dijo: «Juradme que no me vais a matar vosotros mismos.»

13 Le respondieron: «No; sólo queremos amarrarte y entregarte, no te mataremos.» Lo amarraron, pues, con dos cordeles nuevos y lo sacaron de entre las rocas.

14 Cuando llegaba a Lejí y los filisteos corrían a su encuentro, con gritos de triunfo, el espíritu de Yahveh vino sobre él: los cordeles que sujetaban sus brazos fueron como hilos de lino que se queman al fuego y las ligaduras se deshicieron entre sus manos.

15 Encontró una quijada de asno todavía fresca, alargó la mano, la cogió y mató con ella a mil hombres.

16 Sansón dijo entonces: «Con quijada de asno los amontoné. Con quijada de asno, a mil hombres sacudí.»

17 Cuando terminó de hablar, tiró la quijada: por eso se llamó aquel lugar Ramat Lejí.

18 Entonces sintió una sed terrible e invocó a Yahveh diciendo: «Tú has logrado esta gran victoria por mano de tu siervo y ahora ¿voy a morir de sed y a caer en manos de los incircuncisos?»

19 Entonces Dios hendió la cavidad que hay en Lejí y brotó agua de ella. Sansón bebió, recobró su espíritu y se reanimó. Por eso se dio el nombre de En Haccoré a la fuente que existe todavía hoy en Lejí.

20 Sansón fue juez en Israel en la época de los filisteos por espacio de veinte años.




Versículos relacionados com Jueces, 15:

Los jueces Capítulo 15 informan cómo Sansón se vengó de los filisteos por matar a su esposa y su padre. Tomó trescientos zorros, se ató las colas con antorchas y las liberó en los campos del trigo y los olivos de los filisteos, causando una gran destrucción. Los filisteos fueron tras Sansón, pero él los derrotó con la mandíbula de un burro y mató a mil hombres con ella.

Éxodo 21:24: "ojo para un ojo, diente de diente, mano, pie a pie", este versículo muestra la práctica de la ley de Talion, que es el castigo por el crimen en la misma proporción del daño causado, que es El principio que Sansón solía vengarse de los filisteos.

Proverbios 20:22: "No digas, me vengaré del mal; espera al Señor, y él te salvará". Este versículo enseña que la venganza no es una actitud que agrada a Dios, y que debemos confiar en él para protegernos y salvarnos a nosotros mismos.

Romanos 12:19: "Amado, nunca busque vengarse, pero deja con Dios la ira, porque está escrita:" Mi es venganza; volveré ", dice el Señor". Este versículo refuerza la idea de que la venganza no es una actitud cristiana, y que debemos dejar en Dios a la justicia.

Mateo 5:38-39: "Has oído que se ha dicho, miro un ojo y un diente de diente. Pero te digo que no te resistes al mal; pero si alguien te golpea a la derecha cara, también le ofrece el otro "; Este versículo presenta la contraparte de lo que se mencionó en Éxodo 21:24, donde Jesús enseña no tomar represalias y ofrecer la otra cara.

Gálatas 6:7: "No errarás: Dios no se burla; porque todo ese hombre también cosecha". Este versículo enseña que cosechamos lo que plantamos, y que debemos tener cuidado con nuestras actitudes y acciones, ya que tienen consecuencias.


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