Encontrados 179 resultados para: gracia divina

  • Por eso, estad preparados vivid sobriamente, y poned toda vuestra esperanza en la gracia que se os dará el día de la manifestación de Jesucristo. (I Pedro 1, 13)

  • De igual manera vosotros, jóvenes, vivid sumisos a los ancianos. Revestíos todos mutuamente de humildad, como servidores unos de los otros; porque Dios se enfrenta a los soberbios, pero da su gracia a los humildes. (I Pedro 5, 5)

  • El Dios de toda gracia que os llamó en Cristo a su eterna gloria, él mismo os perfeccionará después de un breve padecer, os confirmará, os fortalecerá y os consolidará. (I Pedro 5, 10)

  • Por medio de Silvano, a quien tengo por un fiel hermano vuestro, os he escrito estas pocas palabras para exhortaros y aseguraros que la gracia de Dios, en la cual vosotros os mantenéis firmes, es la verdadera (I Pedro 5, 12)

  • ¡La gracia y la paz abunde en vosotros mediante el conocimiento de Dios y Jesús, nuestro Señor! (II Pedro 1, 2)

  • Por ellos hemos entrado en posesión de las más ricas y preciosas promesas para hacernos así partícipes de la naturaleza divina, una vez que hayamos escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de las pasiones. (II Pedro 1, 4)

  • creced más bien en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad! (II Pedro 3, 18)

  • que la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, el Hijo del Padre, estén con nosotros, junto con la verdad y el amor. (II Juan 1, 3)

  • Porque se han infiltrado entre vosotros algunos hombres, destinados desde antiguo a caer en la condenación, gente malvada que han convertido en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a nuestro único dueño y Señor, Jesucristo. (Judas 1, 4)

  • Juan, a las siete Iglesias de Asia: a vosotros la gracia y la paz de parte del que es, el que era y el que viene, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono; (Apocalipsis 1, 4)

  • La gracia de Jesús, el Señor, esté con todos. Amén. (Apocalipsis 22, 21)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina