Encontrados 2936 resultados para: fe

  • Abrió su boca para blasfemar contra Dios, contra su nombre, contra su santuario y contra los que habitan en el cielo. (Apocalipsis 13, 6)

  • Si alguno está destinado al cautiverio, irá al cautiverio; el que mata con la espada, a espada morirá. Aquí la perseverancia y la fe de los santos. (Apocalipsis 13, 10)

  • Aquí la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (Apocalipsis 14, 12)

  • Ellos han derramado la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre: se lo merecían. (Apocalipsis 16, 6)

  • Los hombres fueron quemados con terribles quemaduras, y blasfemaron contra el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, en vez de arrepentirse para darle gloria. (Apocalipsis 16, 9)

  • blasfemaban contra el Dios del cielo por los dolores de sus úlceras en vez de arrepentirse de sus obras. (Apocalipsis 16, 11)

  • Después vi salir de la boca del dragón, de la bestia y de la del falso profeta tres espíritus inmundos, como ranas: (Apocalipsis 16, 13)

  • Granizos enormes -como adoquines- cayeron sobre los hombres, que blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga era muy grande. (Apocalipsis 16, 21)

  • Y me transportó en espíritu a un desierto. Y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, con siete cabezas y diez cuernos. (Apocalipsis 17, 3)

  • Alégrate sobre ella, ¡oh cielo!; y vosotros, santos, apóstoles y profetas, porque Dios, al condenarla, ha vengado vuestra causa. (Apocalipsis 18, 20)

  • y en ella se ha encontrado la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que han sido degollados en la tierra. (Apocalipsis 18, 24)

  • Yo caí a sus pies para adorarle, pero él me dijo: "No lo hagas; yo soy un siervo como tú y tus hermanos, que dan el testimonio de Jesús. Adora a Dios" (dar testimonio de Jesús es tener espíritu de profecía). (Apocalipsis 19, 10)


"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina