Encontrados 121 resultados para: mesa preparada

  • Luego David dijo a Urías: "Baja a tu casa y lávate los pies". Urías salió de la casa del rey y le mandaron detrás un obsequio de la mesa real. (II Samuel 11, 8)

  • Los prefectos, cada uno en el mes que le correspondía, abastecían al rey Salomón y a todos aquellos que eran recibidos en su mesa, sin dejar faltar nada. (I Reyes 5, 7)

  • Salomón mandó hacer asimismo todos los objetos que estaban en la Casa del Señor: el altar de oro y la mesa sobre la que se ponía el pan de la ofrenda, hecha también de oro; (I Reyes 7, 48)

  • los manjares de su mesa, los aposentos de sus servidores, el porte y las libreas de sus camareros, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la Casa del Señor, se quedó sin aliento (I Reyes 10, 5)

  • Mientras estaban sentados a la mesa, la palabra del Señor llegó al profeta que lo había hecho volver, (I Reyes 13, 20)

  • Y ahora, manda que todo Israel se reúna junto a mí en el monte Carmelo, con los cuatrocientos profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Aserá que comen a la mesa de Jezabel". (I Reyes 18, 19)

  • Mesa, rey de Moab, era criador de rebaños, y pagaba como tributo al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros lanudos. (II Reyes 3, 4)

  • Vamos a construirle una pequeña habitación en la terraza; le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, y así, cuando él venga, tendrá donde alojarse". (II Reyes 4, 10)

  • Los descendientes de Caleb, el hermano de Ierajmeel, fueron los siguientes: Mesá, su primogénito, que fue padre de Zif, y los hijos de Maresá, padre de Hebrón. (I Crónicas 2, 42)

  • De su nueva mujer le nacieron Iobab, Sibías, Mesá, Malcón, (I Crónicas 8, 9)

  • los manjares de su mesa, los aposentos de sus servidores, el porte y la librea de sus camareros y de sus coperos, y los holocaustos que ofrecía en la Casa del Señor, se quedó sin aliento (II Crónicas 9, 4)

  • Todas las mañanas y todas las tardes, ellos ofrecen holocaustos al Señor y queman el incienso aromático, disponen los panes de la ofrenda sobre la mesa pura y encienden todas las tardes el candelabro de oro con sus lámparas. Porque nosotros observamos las disposiciones del Señor, nuestro Dios, que ustedes han abandonado. (II Crónicas 13, 11)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina