Encontrados 615 resultados para: corazón puro

  • pero lo comerás como se come la gacela o el ciervo: de él comerán igualmente el que se encuentre puro y el que no. (Deuteronomio 12, 22)

  • no hagas caso a las palabras de aquel profeta o soñador; porque Yavé, tu Dios, te prueba para saber si realmente lo amas con todo tu corazón y con toda tu alma. (Deuteronomio 13, 4)

  • Si se encuentra algún pobre entre tus hermanos, que viven en tus ciudades, en la tierra que Yavé te ha de dar, no endurezcas el corazón ni le cierres tu mano, (Deuteronomio 15, 7)

  • sino que lo comerás en tu casa y tanto el hombre puro como el impuro podrán comer de él, como si se tratara de una gacela o de un ciervo. (Deuteronomio 15, 22)

  • Tampoco se buscará muchas mujeres, no sea que se pervierta su corazón. Y que tampoco se haga rico en oro y plata. (Deuteronomio 17, 17)

  • «Escucha, Israel, estás para enfrentar a tus enemigos; que no desmaye tu corazón, no tengas miedo ni te turbes, ni tiembles delante de ellos, (Deuteronomio 20, 3)

  • Si hay entre los tuyos un hombre que no esté puro por causa de una polución nocturna, saldrá fuera del campamento y no volverá a entrar. (Deuteronomio 23, 11)

  • Has de saber que ese mismo día Yavé, tu Dios, te manda cumplir sus normas y sus mandamientos. Tú los guardarás y los pondrás en práctica con todo tu corazón y toda tu alma. (Deuteronomio 26, 16)

  • Por no haber servido con gozo y alegría de corazón a Yavé, tu Dios, cuando nada te faltaba, (Deuteronomio 28, 47)

  • En aquellas naciones no encontrarás paz ni estabilidad. Yavé te dará allí un corazón cobarde, atemorizado e inquieto de día y de noche. (Deuteronomio 28, 65)

  • Por la mañana dirás: «¡Ojalá fuera ya de noche!», y por la noche dirás: «¡Ojalá estuviéramos ya a la mañana!», a causa del miedo que estremecerá tu corazón, al contemplar lo que verán tus ojos. (Deuteronomio 28, 67)

  • Pero hasta el día de hoy Yavé no les ha dado corazón para entender, ojos para ver ni oídos para oír. (Deuteronomio 29, 3)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina