Löydetty 1968 Tulokset: jueces de Israel

  • Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien yo prescribí en el Horeb preceptos y normas para todo Israel. (Malaquías 3, 22)

  • Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.» (Mateo 2, 6)

  • «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» (Mateo 2, 20)

  • El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. (Mateo 2, 21)

  • Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. (Mateo 8, 10)

  • Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel.» (Mateo 9, 33)

  • dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (Mateo 10, 6)

  • «Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre. (Mateo 10, 23)

  • Y si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. (Mateo 12, 27)

  • Respondió él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.» (Mateo 15, 24)

  • De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel. (Mateo 15, 31)

  • Jesús les dijo: «Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. (Mateo 19, 28)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina