Löydetty 165 Tulokset: perdonar enemigo
«Que a los romanos y el pueblo judío les vaya bien por mar y por tierra para siempre, que la espada y el enemigo estén siempre lejos de ellos. (1 Macabeos 8, 23)
Pero él no quiso aceptarlo; más aún, anuló las concesiones hechas a Simón y se declaró enemigo. (1 Macabeos 15, 27)
Heliodoro le respondió: «Si tienes algún enemigo a quien quieras eliminar, envíalo allá y lo verás regresar maltrecho, si es que puede regresar, pues seguramente hay un poder divino en ese lugar. (2 Macabeos 3, 38)
El Macabeo, reuniendo y reorganizando sus tropas, en número de seis mil hombres, los exhortaba a no temer al enemigo y a combatir con valentía contra sus injustos agresores, sin tener en cuenta su superioridad numérica. (2 Macabeos 8, 16)
Recogidas las armas y los despojos del enemigo, celebraron el sábado en aquel día en que Dios empezaba a manifestarles su misericordia. (2 Macabeos 8, 27)
Las armas tomadas al enemigo se guardaron cuidadosamente en lugares seguros; el resto del botín lo llevaron a Jerusalén. (2 Macabeos 8, 31)
Terminada la oración, tomaron las armas y se alejaron de la ciudad, pero, cuando llegaron cerca del enemigo, se detuvieron. (2 Macabeos 10, 27)
Ródoco, uno de los hombres de Judas, entregaba datos secretos al enemigo. Fue buscado, capturado y ejecutado. (2 Macabeos 13, 21)
Alcimo, viendo el buen entendimiento entre los dos, se hizo una copia del acuerdo pactado y fue donde Demetrio, acusando a Nicanor de actuar en contra de los intereses del Estado, ya que había nombrado ayudante suyo a Judas, el enemigo del reino. (2 Macabeos 14, 26)
No reprendas al burlón, te ganarías un enemigo más; corrige al sabio, y te amará. (Proverbios 9, 8)
No te regocijes porque cae tu enemigo, que tu corazón no se alegre porque tropezó; (Proverbios 24, 17)
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así amontonarás brasas sobre su cabeza y Yavé te lo recompensará. (Proverbios 25, 21)