1. ¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos!

2. Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. ¡Aleluya!





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina