Gefunden 207 Ergebnisse für: Incienso Sagrado
Tomó pues cada uno su incensario, le puso fuego e incienso y se presentó a la entrada de la Tienda de las Citas, junto con Moisés y Aarón. (Números 16, 18)
Entonces brotó un fuego de Dios que devoró a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. (Números 16, 35)
Moisés le dijo entonces a Aarón: "Toma tu incensario, pon en él fuego del altar, échale luego incienso y corre hacia la comunidad con tu incensario. Harás la expiación por ellos, porque se ha desencadenado la cólera de Yavé y ha comenzado el castigo. (Números 17, 11)
Aarón hizo como Moisés se lo había dicho, y corrió hacia la comunidad. El flagelo ya estaba azotando al pueblo. Aarón puso el incienso e hizo la expiación por el pueblo; (Números 17, 12)
No plantarás tronco sagrado ni árbol alguno cerca del altar que levantes para tu Dios. (Deuteronomio 16, 21)
No habrá entre las hijas de Israel prostituta sagrada, ni prostituto sagrado entre los hijos de Israel. (Deuteronomio 23, 18)
Ellos enseñan a Jacob tus decisiones, a Israel tu Ley. Hacen subir hacia ti el olor del incienso y ponen las ofrendas en tu altar. (Deuteronomio 33, 10)
También escribió todo lo expresado en el libro de la Ley de Dios; escogió una gran piedra y la colocó debajo de la Encina que estaba en el Lugar Sagrado de Yavé. (Josué 24, 26)
El Angel de Yavé vino y se sentó bajo el árbol sagrado de Ofrá, que pertenecía a Joás, de la familia de Abiezer. Gedeón, el hijo de Joás, estaba limpiando trigo en el lagar para ocultarlo de los madianitas. (Jueces 6, 11)
Aquella misma noche Yavé dijo a Gedeón: «Lleva contigo a diez servidores de tu padre y un toro de siete años. Derriba el altar de Baal que cuida tu padre y corta el tronco sagrado que está a su lado. (Jueces 6, 25)
Después levantarás un altar a Yavé sobre esta cumbre y me sacrificarás el toro, quemándolo con la leña del tronco sagrado.» (Jueces 6, 26)
Al día siguiente, toda la gente del pueblo vio el altar de Baal hecho pedazos y el tronco sagrado arrasado. Fuera de esto, vieron que un toro había sido sacrificado sobre el nuevo altar. (Jueces 6, 28)