Encontrados 2237 resultados para: todo es vanidad

  • Manda poner a salvo tu ganado y cuanto tienes en el campo. Todo hombre y todo animal que se encuentre en el campo y no esté cobijado bajo techo, será alcanzado por la granizada y morirá". (Exodo 9, 19)

  • El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo en todo el país sobre hombres y animales y sobre toda la hierba del campo". (Exodo 9, 22)

  • El granizo machacó en Egipto todo cuanto se encontraba en el campo: hombres y animales. Machacó también las hierbas y desgajó los árboles. (Exodo 9, 25)

  • que cubrirá la faz de la tierra y devorará lo que quedó salvo del granizo. Devorará todo árbol que crece en vuestros campos. (Exodo 10, 5)

  • El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre Egipto para que venga sobre él la langosta y devore todo lo que dejó el granizo". (Exodo 10, 12)

  • Moisés extendió su bastón sobre Egipto, y el Señor hizo soplar sobre él el viento del este todo aquel día y aquella noche. Al amanecer, el viento del este había traído la langosta, (Exodo 10, 13)

  • que subió por todo Egipto posándose en todo su territorio en cantidad inmensa, como no la hubo antes ni la habrá después. (Exodo 10, 14)

  • Cubrió todo Egipto, que quedó oscurecido. Devoró toda la hierba de la tierra y todos los frutos de los árboles que había dejado el granizo; no quedó nada de verde ni en los árboles, ni en la hierba del campo, en todo Egipto. (Exodo 10, 15)

  • Y el Señor cambió el viento y le hizo soplar muy fuerte del oeste; barrió la langosta y la arrojó al mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto. (Exodo 10, 19)

  • Moisés alzó su mano hacia el cielo, y hubo espesas tinieblas tres días y tres noches por todo Egipto. (Exodo 10, 22)

  • y morirá todo primogénito en Egipto, desde el primogénito del Faraón, que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la esclava, que trabaja en el molino, y todo primogénito de los animales. (Exodo 11, 5)

  • En todo Egipto se oirá un clamor inmenso, como no lo hubo antes ni lo habrá después. (Exodo 11, 6)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina