Encontrados 17 resultados para: sustento divino
Levantaron el campamento, y un terror divino cayó sobre las ciudades de los alrededores, por lo que nadie persiguió a los hijos de Jacob. (Génesis 35, 5)
Cuando yo retire el sustento de pan, diez mujeres bastarán para cocer el pan en un solo horno y os lo darán tasado, de manera que comeréis y no quedaréis satisfechos. (Levítico 26, 26)
Porque a él le ha elegido el Señor, tu Dios, entre todas tus tribus para estar en su presencia, hacer el servicio divino y dar la bendición en su nombre, él y sus hijos eternamente. (Deuteronomio 18, 5)
David entró en su palacio, en Jerusalén. Y el rey tomó a las diez concubinas que había dejado para guardar el palacio y las puso bajo su guardia. Él proveyó a su sustento, pero no volvió a tener relaciones con ellas, y estuvieron encerradas, como viudas, hasta el día de su muerte. (II Samuel 20, 3)
Su sustento cotidiano le fue suministrado por el rey, día a día, mientras vivió. (II Reyes 25, 30)
Heliodoro respondió: "Si tienes alguna persona contraria y enemiga de tu gobierno, envíala allá, y la harás volver bien castigada, si es que consigue volver. En aquel lugar hay un poder divino. (II Macabeos 3, 38)
Y la multitud, reducida por el encanto de la obra, tiene ahora como ser divino al que poco antes tenía como hombre. (Sabiduría 14, 20)
Ese sustento tuyo manifestaba tu dulzura para con tus hijos, pues se acomodaba al deseo de quienes lo comían y se transformaba a gusto de cada uno. (Sabiduría 16, 21)
Los hijos santos de los justos ofrecían sacrificios en secreto, y de común acuerdo establecieron el pacto divino de que los santos compartiesen igualmente bienes y peligros, cantando antes las alabanzas de los padres. (Sabiduría 18, 9)
Mata al prójimo quien le quita el sustento, y derrama sangre quien priva de su salario al jornalero. (Eclesiástico 34, 22)
Hay amigo que por conservar el sustento lucha junto al amigo frente al adversario. (Eclesiástico 37, 5)
Olvidasteis al Dios eterno, el que os sustentó; y afligisteis a Jerusalén, la que os crió. (Baruc 4, 8)