Encontrados 1464 resultados para: mal

  • y de todas las seducciones propias de la maldad para aquellos que están abocados a la perdición por no haber aceptado el amor de la verdad que los habría salvado. (II Tesalonicenses 2, 10)

  • y para que nosotros nos veamos libres de los hombres malos y perversos, porque no todos son de fiar. (II Tesalonicenses 3, 2)

  • Pero el Señor sí es de fiar; él os fortalecerá y os defenderá del maligno. (II Tesalonicenses 3, 3)

  • conscientes de que la ley no es para el justo, sino para los malvados y los rebeldes, los criminales y los pecadores, los sacrílegos y los profanadores, los parricidas y los matricidas, los asesinos, (I Timoteo 1, 9)

  • Asimismo, que los diáconos sean hombres dignos, formales, no aficionados a la bebida y a los negocios sucios. (I Timoteo 3, 8)

  • No bebas agua sola, mézclala con un poco de vino, por tu mal de estómago y tus frecuentes indisposiciones. (I Timoteo 5, 23)

  • Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos. (I Timoteo 6, 10)

  • Evita las palabrerías vacías y profanas, que contribuyen cada vez más a la maldad, (II Timoteo 2, 16)

  • Los hombres malvados irán de mal en peor; engañarán y serán engañados. (II Timoteo 3, 13)

  • El Señor me librará de todo mal y me dará la salvación en su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (II Timoteo 4, 18)

  • Ya dijo uno de ellos, su propio profeta: "Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones y gandules" (Tito 1, 12)

  • de palabra sana, irreprochable, de modo que el adversario quede en vergüenza al no poder alegar contra nosotros nada malo. (Tito 2, 8)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina