Encontrados 804 resultados para: fuente de vida

  • La frontera de Manasés iba de Aser a Micmetat, frente a Siquén; seguía a la derecha hacia Yasib, a la fuente de Tapúaj. (Josué 17, 7)

  • Por el sur la frontera partía del extremo de Quiriat Yearín, iba hacia Gasín y llegaba cerca de las aguas de la fuente de Neftoaj; (Josué 18, 15)

  • Tened sumo empeño en amar al Señor, vuestro Dios, porque en ello os va la vida. (Josué 23, 11)

  • Israel sirvió al Señor durante toda la vida de los ancianos que sobrevivieron a Josué y que conocían todo lo que el Señor había hecho en favor de Israel. (Josué 24, 31)

  • Ella respondió: "Hazme un favor. Ya que me has dado una tierra de secano, dame al menos una fuente". Y Caleb le dio la fuente de arriba y la de abajo. (Jueces 1, 15)

  • El pueblo sirvió al Señor durante toda la vida de Josué y de los ancianos que sobrevivieron a Josué, que habían visto todas las grandes obras que el Señor había hecho en favor de Israel. (Jueces 2, 7)

  • Zabulón arriesgó su vida, como Neftalí, en lo alto de sus campos. (Jueces 5, 18)

  • Gedeón dijo: "Eran hermanos míos, hijos de mi madre. ¡Por la vida del Señor! ¡Si los hubieseis dejado vivos, yo no os mataría!". (Jueces 8, 19)

  • pues mi padre luchó por vosotros y expuso su propia vida para libraros del poder de los madianitas, (Jueces 9, 17)

  • Viendo que nadie me socorría, expuse mi vida, ataqué a los amonitas y el Señor los entregó en mi mano. ¿Por qué venís ahora a hacerme la guerra?". (Jueces 12, 3)

  • El Señor abrió la pila que hay en Lejí, y salió de ella agua. Sansón bebió y se reanimó. Por eso a la fuente de Lejí se la llama hasta la fecha En Hacoré. (Jueces 15, 19)

  • Y gritó: "Muera yo con los filisteos". Se agarró con todas sus fuerzas, y el edificio se derrumbó sobre los jefes y sobre todo el pueblo que estaba allí. Fueron más los que mató al morir que los que había matado durante su vida. (Jueces 16, 30)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina