Encontrados 53 resultados para: belén

  • En los días en que gobernaban los jueces hubo una gran carestía en Palestina, y un hombre de Belén de Judá emigró al país de Moab con su mujer y sus dos hijos. (Rut 1, 1)

  • Él se llamaba Elimélec, su esposa Noemí y sus dos hijos Majlón y Kilión, todos efrateos de Belén de Judá. Llegaron a Moab y se establecieron allí. (Rut 1, 2)

  • Partieron juntas y llegaron a Belén. A su llegada se impresionó toda la ciudad. Las mujeres comentaban: "¿Pero es ésta Noemí? (Rut 1, 19)

  • Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, volvió de Moab a Belén al comienzo de la siega de la cebada. (Rut 1, 22)

  • Booz de Belén llegó y saludó a los segadores: "El Señor esté con vosotros". Ellos le respondieron: "El Señor te bendiga". (Rut 2, 4)

  • Todo el pueblo, que se encontraba a la puerta con los ancianos, dijo: "Somos testigos. Que el Señor haga a la mujer que va a entrar en tu casa semejante a Raquel y a Lía, quienes edificaron la casa de Israel. Que seas poderoso en Éfrata y adquieras renombre en Belén. (Rut 4, 11)

  • El Señor dijo a Samuel: "¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, siendo así que yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite. Yo te envío a casa de Jesé, de Belén, porque me he elegido un rey entre sus hijos". (I Samuel 16, 1)

  • Samuel hizo lo que el Señor le había mandado. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron temblando a su encuentro y le dijeron: "¿Traes la paz?". (I Samuel 16, 4)

  • Uno de los jóvenes le dijo: "Yo conozco a un hijo de Jesé, el de Belén, que toca muy bien la cítara; es valiente y hombre de guerra, sabio en sus palabras, de buena presencia, y el Señor está con él". (I Samuel 16, 18)

  • David era el hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos. Este hombre, en tiempos de Saúl, era ya viejo, muy entrado en años. (I Samuel 17, 12)

  • David iba y venía del campamento a Belén para apacentar las ovejas de su padre. (I Samuel 17, 15)

  • Saúl le preguntó: "¿De quién eres hijo, muchacho?". David le respondió: "Soy hijo de tu siervo Jesé, el de Belén". (I Samuel 17, 58)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina