Encontrados 1186 resultados para: Trono de David

  • Eliab, su hermano mayor, oyó a David hablar con la gente, montó en cólera y le dijo: "¿Por qué has venido aquí? ¿A quién has dejado aquel pequeño rebaño en el desierto? Conozco bien tu orgullo y la malicia de tu corazón. Has venido sólo para ver la batalla". (I Samuel 17, 28)

  • David respondió: "¿Qué he hecho yo ahora? ¿Es que no puedo hablar?". (I Samuel 17, 29)

  • Oyeron las palabras de David y se las contaron a Saúl, que lo mandó llamar. (I Samuel 17, 31)

  • David dijo a Saúl: "No se desanime mi señor. Tu siervo irá a luchar contra este filisteo". (I Samuel 17, 32)

  • David le replicó: "Cuando tu siervo apacentaba las ovejas de su padre y venía un león o un oso y se llevaba una oveja del rebaño, (I Samuel 17, 34)

  • Y añadió: "El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de las manos de ese filisteo". Saúl dijo a David: "¡Vete, y que el Señor esté contigo!". (I Samuel 17, 37)

  • Saúl vistió a David con su armadura, puso sobre su cabeza un casco de bronce y le cubrió con una coraza. (I Samuel 17, 38)

  • Le ciñó la espada sobre su armadura y David intentó en vano andar, porque no estaba entrenado. Y dijo a Saúl: "No puedo andar con esto, porque no estoy entrenado". Y se lo quitó de encima. (I Samuel 17, 39)

  • David tomó su cayado, escogió en el torrente cinco piedras bien lisas y las metió en su zurrón de pastor; tomó la honda y avanzó hacia el filisteo. (I Samuel 17, 40)

  • El filisteo se acercó más y más a David, precedido de su escudero. (I Samuel 17, 41)

  • Miró el filisteo, vio a David y le despreció, porque era joven, rubio y de buena presencia. (I Samuel 17, 42)

  • Y le dijo: "¿Te has creído que soy un perro, para venir contra mí con un cayado?". Luego maldijo a David por sus dioses, (I Samuel 17, 43)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina