Encontrados 132 resultados para: Libros de Samuel

  • Ir más allá de esto, evítalo, hijo mío: componer muchos libros es una cosa sin fin, y mucho estudio fatiga el cuerpo. (Eclesiastés 12, 12)

  • Samuel, amado del Señor y su profeta, estableció la monarquía y ungió príncipes sobre su pueblo. (Eclesiástico 46, 13)

  • El Señor me dijo: "Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, mi alma no se inclinaría hacia este pueblo. Échalos de mi presencia, que se vayan. (Jeremías 15, 1)

  • Un río de fuego manaba y salía delante de él. Miles de millares le servían, millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y los libros se abrieron. (Daniel 7, 10)

  • yo, Daniel, me puse a estudiar en los libros y a calcular el número de los años que, según la palabra del Señor dirigida al profeta Jeremías, debían pasar sobre las ruinas de Jerusalén: setenta semanas. (Daniel 9, 2)

  • Otras muchas cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, me parece que en el mundo entero no cabrían los libros que podrían escribirse. (Juan 21, 25)

  • Todos los profetas que hablaron, a partir de Samuel, anunciaron estos días. (Hechos 3, 24)

  • al cabo de unos cuatrocientos cincuenta años. Después de esto, les dio jueces hasta el profeta Samuel. (Hechos 13, 20)

  • Y bastantes de los que habían practicado artes mágicas llevaron sus libros y los quemaron en presencia de todos; su valor fue calculado en cincuenta mil monedas de plata. (Hechos 19, 19)

  • Cuando vengas, tráeme el capote que me dejé en Tróade, en casa de Carpo; tráeme también los libros, sobre todo los pergaminos. (II Timoteo 4, 13)

  • ¿Y qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y los profetas, (Hebreos 11, 32)

  • Vi los muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono; entonces fueron abiertos los libros; fue abierto también otro libro, el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados según el contenido de los libros, cada uno según sus obras. (Apocalipsis 20, 12)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina