Encontrados 5006 resultados para: Dios de toda consolación

  • Y Dios le dijo: "Ciertamente Sara, tu mujer, te dará un hijo, y tú le llamarás Isaac. Yo estableceré con él mi pacto, como un pacto perpetuo para su descendencia después de él. (Génesis 17, 19)

  • Cuando Dios terminó de hablar con Abrahán, se marchó. (Génesis 17, 22)

  • Abrahán tomó a Ismael, su hijo; a todos los esclavos nacidos en su casa, a los comprados con su dinero; a todos los varones que había en su casa, y aquel mismo día circuncidó la carne de su prepucio, como Dios le había ordenado. (Génesis 17, 23)

  • Entretanto él corrió al establo, tomó un becerro tierno y cebado y se lo dio a su siervo, que a toda prisa se puso a prepararlo. (Génesis 18, 7)

  • ¡Lejos de ti hacer tal cosa! ¡Hacer morir al justo con el pecador, tratarle como al culpable! ¡Nunca hagas eso! ¿El juez de toda la tierra no hará justicia?". (Génesis 18, 25)

  • El Señor respondió: "Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a toda la ciudad en consideración a ellos". (Génesis 18, 26)

  • Abrahán replicó: "Soy en verdad muy atrevido insistiendo ante mi Dios, yo, que soy polvo y ceniza. (Génesis 18, 27)

  • A lo mejor faltan cinco para los cincuenta justos; ¿destruirás por esos cinco toda la ciudad?". Y él respondió: "No, no la destruiré si encuentro cuarenta y cinco justos". (Génesis 18, 28)

  • Cuando ya estaban fuera, uno de los ángeles le dijo: "Ponte a salvo; no mires hacia atrás ni te detengas en toda la vega; huye a la montaña para que no perezcas". (Génesis 19, 17)

  • Y destruyó estas ciudades y toda la vega, todos los habitantes de las ciudades y toda la vegetación del suelo. (Génesis 19, 25)

  • Volvió la vista hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la vega, y vio cómo de la vega subía humo como el de un horno. (Génesis 19, 28)

  • Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abrahán y salvó a Lot de la catástrofe, mientras destruía las ciudades donde éste había vivido. (Génesis 19, 29)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina