Encontrados 552 resultados para: Cielo

  • El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo en todo el país sobre hombres y animales y sobre toda la hierba del campo". (Exodo 9, 22)

  • Moisés extendió su bastón hacia el cielo, y el Señor mandó truenos y granizo con fuego, que se precipitaba sobre la tierra; el Señor hizo caer granizo sobre Egipto. (Exodo 9, 23)

  • El Señor dijo a Moisés: "Alza tu mano hacia el cielo para que vengan sobre Egipto tinieblas tan espesas que se las pueda palpar". (Exodo 10, 21)

  • Moisés alzó su mano hacia el cielo, y hubo espesas tinieblas tres días y tres noches por todo Egipto. (Exodo 10, 22)

  • El Señor dijo a Moisés: "Mira, voy a hacer llover pan del cielo para vosotros. El pueblo saldrá todos los días a recoger la ración diaria, a fin de probarle si camina según mi ley o no. (Exodo 16, 4)

  • El Señor dijo a Moisés: "Pon esto por escrito, para recuerdo, en un libro, y asegura a Josué que yo borraré por completo la memoria de Amalec de debajo del cielo". (Exodo 17, 14)

  • No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo, o aquí abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. (Exodo 20, 4)

  • El Señor dijo a Moisés: "Di a los israelitas: Vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo. (Exodo 20, 22)

  • y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había como un pavimento de zafiro, semejante en claridad al mismo cielo. (Exodo 24, 10)

  • Será entre mí y los israelitas una señal perpetua, porque en seis días hizo el Señor el cielo y la tierra, y el séptimo cesó y descansó". (Exodo 31, 17)

  • Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Jacob, tus siervos, a quienes juraste por ti mismo diciendo: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo y toda esta tierra, de que os he hablado, se la daré a vuestra descendencia en posesión perpetua". (Exodo 32, 13)

  • haré pedazos vuestra fuerza orgullosa, haré vuestro cielo duro como el hierro y vuestra tierra dura como el bronce. (Levítico 26, 19)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina