Encontrados 121 resultados para: viento
Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? (Mateo 11, 7)
La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. (Mateo 14, 24)
Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!» (Mateo 14, 30)
Subieron a la barca y amainó el viento. (Mateo 14, 32)
El, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. (Marcos 4, 39)
Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?» (Marcos 4, 41)
Viendo que ellos se fatigaban remando, pues el viento les era contrario, a eso de la cuarta vigilia de la noche viene hacia ellos caminando sobre el mar y quería pasarles de largo. (Marcos 6, 48)
Subió entonces donde ellos a la barca, y amainó el viento, y quedaron en su interior completamente estupefactos, (Marcos 6, 51)
Cuando los mensajeros de Juan se alejaron, se puso a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? (Lucas 7, 24)
Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro, que perecemos!» El, habiéndose despertado, increpó al viento y al oleaje, que amainaron, y sobrevino la bonanza. (Lucas 8, 24)
El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.» (Juan 3, 8)
soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse. (Juan 6, 18)