Encontrados 35 resultados para: fidelidad

  • Queriendo yo saber, por medio de mis consejeros, cómo podría llevar a buen término mis intenciones, uno de ellos, distinguido entre todos por su prudencia y señalado por su inquebrantable lealtad y su firme fidelidad, segundo en el reino por su dignidad, Amán, (Ester 13, 3)

  • Continuad, pues guardándonos fidelidad y os recompensaremos por todo lo que por nosotros hagáis. (I Macabeos 10, 27)

  • Viendo el pueblo la fidelidad de Simón y la gloria que procuraba alcanzar para su nación, le nombró su hegumeno y sumo sacerdote por todos los servicios que había prestado, por la justicia y fidelidad que había guardado a su nación y por sus esfuerzos de toda clase por exaltar a su pueblo. (I Macabeos 14, 35)

  • Dichoso también el eunuco que con sus manos no obra iniquidad ni fomenta pensamientos perversos contra el Señor; por su fidelidad se le dará una escogida recompensa, una herencia muy agradable en el Santurario del Señor. (Sabiduría 3, 14)

  • Pues sabiduría y enseñanza es el temor del Señor; su complacencia, la fidelidad y mansedumbre. (Eclesiástico 1, 27)

  • Todo don e injusticia serán aventados, más la fidelidad subsistirá por siempre. (Eclesiástico 40, 12)

  • En fidelidad y mansedumbre le santificó, le eligió entre toda carne. (Eclesiástico 45, 4)

  • Por su fidelidad se acreditó como profeta, por sus oráculos fue reconocido fiel vidente. (Eclesiástico 46, 15)

  • Cuanto a los doce profetas, que sus huesos reflorezcan en su tumba. Porque ellos consolaron a Jacob, y lo rescataron por la fidelidad y la esperanza. (Eclesiástico 49, 10)

  • Abrid las puertas, y entrará una gente justa que guarda fidelidad; (Isaías 26, 2)

  • Dijo: «¡Ah, Yahveh! Dígnate recordar que yo he andado en tu presencia con fidelidad y corazón perfecto haciendo lo recto a tus ojos.» Y Ezequías lloró con abundantes lágrimas. (Isaías 38, 3)

  • Que el Seol no te alaba ni la Muerte te glorifica, ni los que bajan al pozo esperan en tu fidelidad. (Isaías 38, 18)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina