Encontrados 2605 resultados para: fe

  • Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud, (II Pedro 1, 3)

  • Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, (II Pedro 1, 5)

  • Pues si tenéis estas cosas y las tenéis en abundancia, no os dejarán inactivos ni estériles para el conocimiento perfecto de nuestro Señor Jesucristo. (II Pedro 1, 8)

  • sabiendo que pronto tendré que dejar mi tienda, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. (II Pedro 1, 14)

  • Y así se nos hace más firme la palabra de los profetas, a la cual hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el día y se levante en vuestros corazones el lucero de la mañana. (II Pedro 1, 19)

  • Pero, ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; (II Pedro 1, 20)

  • porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios. (II Pedro 1, 21)

  • Hubo también en el pueblo falsos profetas, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción. (II Pedro 2, 1)

  • sufriendo daño en pago del daño que hicieron. Tienen por felicidad el placer de un día; hombres manchados e infames, que se entregan de lleno a los placeres mientras banquetean con vosotros. (II Pedro 2, 13)

  • pero fue reprendido por su mala acción. Un mudo jumento, hablando con voz humana, impidió la insensatez del profeta. (II Pedro 2, 16)

  • Acordaos de las predicciones de los santos profetas y del mandamiento de vuestros apóstoles que es el mismo del Señor y Salvador. (II Pedro 3, 2)

  • - pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó - (I Juan 1, 2)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina