Encontrados 1510 resultados para: creación del hombre

  • Como también David proclama bienaventurado al hombre a quien Dios imputa la justicia independientemente de las obras: (Romanos 4, 6)

  • Dichoso el hombre a quien el Señor no imputa culpa alguna. (Romanos 4, 8)

  • en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir -; (Romanos 5, 7)

  • Por tanto, como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron; (Romanos 5, 12)

  • Pero con el don no sucede como con el delito. Si por el delito de uno solo murieron todos ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos! (Romanos 5, 15)

  • En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo! (Romanos 5, 17)

  • En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos. (Romanos 5, 19)

  • sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con él, a fin de que fuera destruido este cuerpo de pecado y cesáramos de ser esclavos del pecado. (Romanos 6, 6)

  • ¿O es que ignoráis, hermanos, - hablo a quienes entienden de leyes - que la ley no domina sobre el hombre sino mientras vive? (Romanos 7, 1)

  • Por eso, mientras vive el marido, será llamada adultera si se une a otro hombre; pero si muere el marido, queda libre de la ley, de forma que no es adultera si se casa con otro. (Romanos 7, 3)

  • Pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, (Romanos 7, 22)

  • Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. (Romanos 8, 19)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina