Encontrados 984 resultados para: lamento de David

  • Suscitaré al frente de ellas a un solo pastor, a mi servidor David, y él las apacentará: las apacentará y será su pastor. (Ezequiel 34, 23)

  • Yo, el Señor, seré su Dios, y mi servidor David será príncipe en medio de ellas. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 34, 24)

  • Mi servidor David reinará sobre ellos y todos ellos tendrán un solo pastor. Observarán mis leyes, cumplirán mis preceptos y los pondrán en práctica. (Ezequiel 37, 24)

  • Habitarán en la tierra que di a mi servidor Jacob, donde habitaron sus padres. Allí habitarán para siempre, ellos, sus hijos y sus nietos; y mi servidor David será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)

  • Después los israelitas volverán y buscarán al Señor, su Dios, y a David, su rey; y acudirán con temor al Señor y a sus bienes, en los días futuros. (Oseas 3, 5)

  • Improvisan al son del arpa, y como David, inventan instrumentos musicales; (Amós 6, 5)

  • Aquel día, yo levantaré la choza derruida de David, repararé sus brechas, restauraré sus ruinas, y la reconstruiré como en los tiempos pasados, (Amós 9, 11)

  • ¡Toquen la trompeta, habitantes de Safir! ¿No ha salido avergonzada de su ciudad la población de Saanán? El lamento de Bet Esel los priva a ustedes de su apoyo. (Miqueas 1, 11)

  • El Señor salvará primero las carpas de Judá, a fin de que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se eleven en detrimento de Judá. (Zacarías 12, 7)

  • Aquel día, el Señor escudará a los habitantes de Jerusalén: el más débil entre ellos será como David, y la casa de David será como Dios, como el Ángel del Señor al frente de ellos. (Zacarías 12, 8)

  • Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de súplica; y ellos mirarán hacia mí. En cuanto al que ellos traspasaron, se lamentarán por él como por un hijo único y lo llorarán amargamente como se llora al primogénito. (Zacarías 12, 10)

  • Aquel día, habrá un gran lamento en Jerusalén, como el lamento de Hadad Rimón, en la llanura de Meguido. (Zacarías 12, 11)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina