Encontrados 292 resultados para: favor

  • y fue a Tolemaida a entrevistarse con el rey, llevando consigo plata, oro, vestiduras y muchos otros regalos. De esta manera, se ganó el favor del rey. (I Macabeos 11, 24)

  • Ahora que sabemos esto, hagan el favor de escribirnos para ver cómo están. (I Macabeos 12, 22)

  • Todo lo que hemos decretado en favor de ustedes mantendrá su vigencia, y quedarán en poder de ustedes las fortalezas que han construido. (I Macabeos 13, 38)

  • y las manifestaciones celestiales a los que combatieron valerosamente en favor del Judaísmo -los cuales, siendo tan pocos, saquearon todo el país, expulsaron las hordas extranjeras, (II Macabeos 2, 21)

  • Los partidarios del Macabeo, después de celebrar una rogativa y de pedir a Dios que luchara en favor de ellos, se lanzaron contra las fortificaciones de los idumeos. (II Macabeos 10, 16)

  • El Macabeo, no teniendo otra preocupación que el bien público, accedió a todas las propuestas de Lisias; y el rey concedió todo lo que el Macabeo había pedido por escrito a Lisias en favor de los judíos. (II Macabeos 11, 15)

  • Dicho esto, se fue. Los sacerdotes, con las manos extendidas hacia el cielo, invocaron a Aquel que había combatido incesantemente en favor de nuestra nación, diciendo: (II Macabeos 14, 34)

  • y encontrarás favor y aprobación a los ojos de Dios y de los hombres. (Proverbios 3, 4)

  • Él se burla de los insolentes y concede su favor a los humildes. (Proverbios 3, 34)

  • Hijo mío, si te has hecho garante de tu prójimo y has estrechado tu mano en favor de otro, (Proverbios 6, 1)

  • Porque el que me encuentra ha encontrado la vida y ha obtenido el favor del Señor; (Proverbios 8, 35)

  • Los corazones tortuosos son abominables para el Señor, pero los que caminan con integridad gozan de su favor. (Proverbios 11, 20)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina