Encontrados 257 resultados para: culto a ídolos
Al oír estas palabras y la profecía que había pronunciado Azarías, hijo de Oded, Asá se decidió a eliminar los ídolos abominables de todo el territorio de Judá y Benjamín, y también de las ciudades que había conquistado en la montaña de Efraím. Además, restauró el altar del Señor que estaba delante del Vestíbulo del Templo. (II Crónicas 15, 8)
Porque Atalía, la impiedad en persona, y sus secuaces han dejado deteriorar la Casa de Dios, y han destinado al culto de los Baales las ofrendas consagradas a la Casa del Señor". (II Crónicas 24, 7)
Entonces abandonaron la Casa del Señor, el Dios de sus padres, y rindieron culto a los postes sagrados y a los ídolos. Por este pecado, se desató la indignación del Señor contra Judá y Jerusalén. (II Crónicas 24, 18)
Siguió los caminos de los reyes de Israel, e incluso hizo ídolos de metal fundido para los Baales. (II Crónicas 28, 2)
No sean negligentes, hijos míos, ya que el Señor los eligió a ustedes para que estén en su presencia, lo sirvan, le rindan culto y le ofrezcan incienso". (II Crónicas 29, 11)
Hubo una gran cantidad de holocaustos, además de la grasa de los sacrificios de comunión y de las libaciones para los holocaustos. Así quedó restablecido el culto en la Casa del Señor. (II Crónicas 29, 35)
Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y levitas, clase por clase, cada una según su servicio sacerdotal o levítico, para ofrecer los holocaustos y los sacrificios de comunión, para servir al culto y cantar alabanzas e himnos en las puertas del campamento del Señor. (II Crónicas 31, 2)
Su plegaria y cómo fue escuchado, todo su pecado y su prevaricación, los sitios donde edificó lugares altos y erigió postes sagrados e ídolos, antes de humillarse, están escritos en las Memorias de Jozai. (II Crónicas 33, 19)
Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor, como lo había hecho su padre Manasés. Ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que había hecho su padre Manasés. (II Crónicas 33, 22)
En el octavo año de su reinado, cuando todavía era joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David, y en el año duodécimo comenzó a purificar a Judá y Jerusalén de los lugares altos, de los postes sagrados y de los ídolos esculpidos o de metal fundido. (II Crónicas 34, 3)
Fueron derribados en su presencia los altares de los Baales, e hizo pedazos los incensarios que había encima de ellos; destrozó los postes sagrados y los ídolos esculpidos o de metal fundido, los redujo a polvo, y lo esparció sobre las tumbas de los que les habían ofrecido sacrificios. (II Crónicas 34, 4)
derribó los altares, destruyó los postes sagrados y los ídolos hasta reducirlos a polvo, y destrozó todos los incensarios en todo el país de Israel. Luego regresó a Jerusalén. (II Crónicas 34, 7)