Encontrados 85 resultados para: compasión

  • Hoy has visto con tus propios ojos que el Señor te puso en mis manos dentro de la cueva. Aquí se habló de matarte, pero yo tuve compasión de ti y dije: ‘No extenderé mi mano contra mi señor, porque es el ungido del Señor’. (I Samuel 24, 11)

  • Pagará cuatro veces el valor de la oveja, por haber obrado así y no haber tenido compasión". (II Samuel 12, 6)

  • Pero el Señor se apiadó de los israelitas y les tuvo compasión; se volvió hacia ellos a causa de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos: hasta entonces, él no los había arrojado lejos de su presencia. (II Reyes 13, 23)

  • El Señor, el Dios de sus padres, les llamó la atención constantemente por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su Morada. (II Crónicas 36, 15)

  • Porque él me había herido, pero tuvo compasión de mí, y ahora veo a mi hijo Tobías". Tobías entró en la casa, lleno de gozo y bendiciendo a Dios en alta voz. Luego informó a su padre sobre el buen resultado del viaje: le contó cómo había recuperado el dinero y cómo se había casado con Sara, hija de Ragüel. Y añadió: "Llegará de un momento a otro, porque está a las puertas de Nínive". (Tobías 11, 15)

  • Porque él castiga y tiene compasión, hace bajar hasta el Abismo y hace subir de la gran Perdición, sin que nadie escape de su mano. (Tobías 13, 2)

  • Él los castiga por sus iniquidades, pero tendrá compasión de todos ustedes, y los congregará de entre todas las naciones por donde han sido dispersados. (Tobías 13, 5)

  • Se lo hostiga sin compasión y tiene que huir de la mano que lo hiere. (Job 27, 22)

  • si él tiene compasión y dice: "Líbralo de bajar a la Fosa, yo he encontrado un rescate", (Job 33, 24)

  • Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. (Salmos 25, 6)

  • Y tú, Señor, no te niegues a tener compasión de mí; que tu amor y tu fidelidad me protejan sin cesar. (Salmos 40, 12)

  • ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! (Salmos 51, 3)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina