Encontrados 129 resultados para: animal terrible

  • No tendrás trato sexual con una bestia, haciéndote impuro con ella; y ninguna mujer se ofrecerá a un animal para unirse con él: es una perversión. (Levítico 18, 23)

  • Por eso ustedes deberán separar los animales puros de los impuros, y los pájaros impuros de los puros. No se hagan abominables a causa de un animal, de un pájaro o de cualquier alimaña que se arrastra por el suelo, porque yo los separé para que ustedes los consideren impuros. (Levítico 20, 25)

  • o si toca algún animal o algún ser humano que lo hace impuro -cualquiera sea la clase de impureza- (Levítico 22, 5)

  • No comerá ningún animal muerto o despedazado por las fieras, porque de lo contrario incurriría en impureza. Yo soy el Señor. (Levítico 22, 8)

  • Y si alguien -sea en cumplimiento de un voto especial o como ofrenda voluntaria- presenta al Señor en sacrificio de comunión un animal del ganado mayor o menor, para que esa ofrenda le sea aceptada, tendrá que ser sin defecto: no habrá en ella ninguna imperfección. (Levítico 22, 21)

  • No deberán ofrecer ni presentar como ofrenda que se quema para el Señor ningún animal ciego, estropeado o mutilado, ulcerado, sarnoso o purulento. (Levítico 22, 22)

  • Pero no inmolarán ningún animal del ganado mayor o menor junto con su cría, en un mismo día. (Levítico 22, 28)

  • El que hiera mortalmente a un animal, pagará la indemnización correspondiente: vida por vida. (Levítico 24, 18)

  • El que mate un animal pagará una indemnización por él, pero el que mate a un hombre, será castigado con la muerte. (Levítico 24, 21)

  • Si alguien entrega un animal de los que pueden ser presentados al Señor como ofrenda, el animal ofrecido será una cosa sagrada. (Levítico 27, 9)

  • No está permitido cambiarlo o sustituirlo por otro, ya sea bueno por malo o malo por bueno. Si alguien sustituye un animal por otro, tanto el animal ofrecido como su sustituto serán una cosa sagrada. (Levítico 27, 10)

  • Si se trata de un animal impuro, que no puede ser presentado como ofrenda al Señor, será presentado ante el sacerdote, (Levítico 27, 11)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina