Encontrados 336 resultados para: Arrepentimiento de Saúl

  • Cuando el hijo de Saúl se enteró de que Abner había muerto en Hebrón, quedó muy desalentado, y todo Israel fue presa del pánico. (II Samuel 4, 1)

  • Ahora bien, el hijo de Saúl tenía dos jefes de bandas armadas; uno se llamaba Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón de Beerot, y eran benjaminitas, porque a Beerot también se la consideraba parte de Benjamín. (II Samuel 4, 2)

  • Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de ambos pies. Este era un niño de cinco años cuando llegó de Izreel la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. Su niñera lo tomó consigo y huyó; pero lo hizo con tanta precipitación, que el niño se cayó y quedó rengo. Su nombre era Meribaal. (II Samuel 4, 4)

  • Así presentaron a David, en Hebrón, la cabeza de Isbaal y dijeron al rey: "Aquí está la cabeza de Isbaal, hijo de Saúl, tu enemigo, el que intentó matarte. El Señor ha permitido hoy que mi señor, el rey, se vengara de Saúl y de su descendencia". (II Samuel 4, 8)

  • Al que me anunció que había muerto Saúl, creyendo ser portador de una buena noticia, lo tomé y lo ajusticié en Siquelag, pagándole así esa buena noticia. (II Samuel 4, 10)

  • Hace ya mucho tiempo, cuando aún teníamos como rey a Saúl, eras tú el que conducía a Israel. Y el Señor te ha dicho: ‘Tú apacentarás a mi pueblo Israel y tú serás el jefe de Israel’". (II Samuel 5, 2)

  • Mientras el Arca del Señor entraba en la Ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, se asomó por la ventana. Y al ver al rey David que saltaba y danzaba delante del Señor, lo despreció en su corazón. (II Samuel 6, 16)

  • Cuando David se volvía para bendecir a su casa, le salió al encuentro Mical, la hija de Saúl, y le dijo: "¡Hoy sí que se ha lucido el rey de Israel, mostrándose desnudo a la vista de las esclavas de sus servidores, como se desnudaría un inútil cualquiera!". (II Samuel 6, 20)

  • Y Mical, hija de Saúl, no tuvo hijos hasta el día de su muerte. (II Samuel 6, 23)

  • Pero mi fidelidad no se retirará de él, como se la retiré a Saúl, al que aparté de tu presencia. (II Samuel 7, 15)

  • David preguntó: "¿Queda algún sobreviviente de la casa de Saúl, a quien yo pueda darle una prueba de lealtad, por amor a Jonatán?". (II Samuel 9, 1)

  • Y como la casa de Saúl había tenido un servidor llamado Sibá, se lo presentaron a David. El rey le dijo: "¿Tú eres Sibá?". Él respondió: "Sí, para servirte". (II Samuel 9, 2)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina