Encontrados 1216 resultados para: Alegría de David

  • Y fue grande la alegría de aquella ciudad. (Hechos 8, 8)

  • Y cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio: He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad. (Hechos 13, 22)

  • De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús. (Hechos 13, 23)

  • Que Dios lo ha resucitado de entre los muertos y que no habrá de someterse a la corrupción, es lo que el mismo Dios ha declarado diciendo: Cumpliré las santas promesas hechas a David, aquellas que no pueden fallar. (Hechos 13, 34)

  • Sin embargo, David, después de haber cumplido la voluntad de Dios en su tiempo, murió, fue a reunirse con sus padres y sufrió la corrupción. (Hechos 13, 36)

  • Al oír esto, los paganos, llenos de alegría, alabaron la Palabra del Señor, y todos los que estaban destinados a la Vida eterna abrazaron la fe. (Hechos 13, 48)

  • Los discípulos, por su parte, quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo. (Hechos 13, 52)

  • Sin embargo, nunca dejó de dar testimonio de sí mismo, prodigando sus beneficios, enviando desde el cielo lluvias y estaciones fecundas, dando el alimento y llenando de alegría los corazones». (Hechos 14, 17)

  • Los que habían sido enviados por la Iglesia partieron y atravesaron Fenicia y Samaría, contando detalladamente la conversión de los paganos. Esto causó una gran alegría a todos los hermanos. (Hechos 15, 3)

  • Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré, (Hechos 15, 16)

  • Luego los hizo subir a su casa y preparó la mesa para festejar con los suyos la alegría de haber creído en Dios. (Hechos 16, 34)

  • Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría. (Hechos 21, 17)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina