Encontrados 36 resultados para: torres

  • Sin embargo, cada cual tomó su equipo de guerra, encendieron hogueras en las torres y permanecieron atentos toda la noche. (Judit 7, 5)

  • Luego despidió al pueblo, y cada uno se fue a su lugar. Fueron a las murallas y torres de la ciudad y mandaron a las mujeres y a los niños a sus casas. Pero en la ciudad había un gran abatimiento. (Judit 7, 32)

  • Recorran Sión y den la vuelta, cuenten sus torres 14. y contemplen sus defensas recorran uno a uno sus palacios; y digan a las nuevas generaciones: (Salmos 48, 13)

  • Construyeron de nuevo la ciudad de David con un muro alto y fuerte, protegido por torres poderosas, y pasó a ser la Fortaleza de ellos. (1 Macabeos 1, 33)

  • Por aquel tiempo levantaron en torno al monte Sión altas murallas y fuertes torres, no fueran a venir los paganos y lo ocuparan, como lo habían hecho anteriormente. (1 Macabeos 4, 60)

  • Los obligó a encerrarse en sus torres, los bloqueó y condenó a destrucción, incendiando las torres con todos los que había dentro. (1 Macabeos 5, 5)

  • Judas y sus hermanos organizaron una expedición al Negueb para combatir a los hijos de Esaú. Tomó Hebrón y sus aldeas, arrasó sus murallas y prendió fuego a sus torres de defensa. (1 Macabeos 5, 65)

  • Simón, por su parte, reconstruyó las fortalezas de Judea, las rodeó de altas torres y grandes murallas con puertas y cerrojos y almacenó alimentos en ellas. (1 Macabeos 13, 33)

  • Fueron también a refugiarse en las torres que hay por los campos de Azoto, pero Juan les prendió fuego, pereciendo unos dos mil enemigos. Después de esto, Juan volvió sano y salvo a Judea. (1 Macabeos 16, 10)

  • No menos de nueve mil se refugiaron en dos torres muy bien fortificadas con todo lo necesario para resistir un asedio prolongado. (2 Macabeos 10, 18)

  • Los hombres de Simón, seducidos por la avaricia, se dejaron comprar a precio de plata por los de las torres y a cambio de sesenta mil monedas permitieron que escapara un cierto número de ellos. (2 Macabeos 10, 20)

  • Los condenó a muerte por traidores y en seguida se apoderó de las torres. Mató a más de veinte mil en las dos fortalezas, (2 Macabeos 10, 22)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina