Encontrados 68 resultados para: iglesia primitiva
Y él es la cabeza del cuerpo, es decir, de la Iglesia, él que renació primero de entre los muertos, para que estuviera en el primer lugar en todo. (Carta a los Colosenses 1, 18)
Ahora me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes, pues así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo para bien de su cuerpo, que es la Iglesia. (Carta a los Colosenses 1, 24)
Saluden a los hermanos que están en Laodicea, sin olvidar a Ninfa y la Iglesia que se reúne en su casa. (Carta a los Colosenses 4, 15)
Después de que sea leída esta carta entre ustedes, procuren que sea leída también en la Iglesia de Laodicea, y consigan, por su parte, la que ellos recibieron, para leerla ustedes. (Carta a los Colosenses 4, 16)
Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en Dios Padre y en Cristo Jesús el Señor: Permanezcan con ustedes la gracia y la paz. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 1)
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en Dios nuestro Padre y en Cristo Jesús, el Señor: (2º Carta a los Tesalonicenses 1, 1)
Es necesario también que goce de buena fama ante los que no pertenecen a la Iglesia, para que no hablen mal de él y caiga en las redes del diablo. (1º Carta a Timoteo 3, 7)
Pero si me demoro, para que sepas cómo debes portarte en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios vivo, pilar y base de la verdad. (1º Carta a Timoteo 3, 15)
Si alguna mujer creyente tiene viudas en su familia, que las atienda. Así la Iglesia no tendrá que cargar con ellas y podrá socorrer a las que son viudas en el justo sentido. (1º Carta a Timoteo 5, 16)
¿Hay alguno enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. (Carta de Santiago 5, 14)
Ellos han hablado de tu caridad ante la Iglesia reunida; has hecho muy bien en proveerles todo lo que necesitaban para su viaje, en una forma digna de Dios. (3º Carta de Juan 1, 6)
Convenía que yo escribiera a la Iglesia, pero a Diotrefes le gusta tanto el mando que no nos hace caso. (3º Carta de Juan 1, 9)