Encontrados 776 resultados para: historia de Judá

  • Partieron, pues, y subieron a Betel, donde consultaron a Dios. Los israelitas preguntaron: «¿Quién de nosotros subirá primero a combatir a los hijos de Benjamín?» Y Yavé respondió: «Judá subirá primero.» (Jueces 20, 18)

  • En los tiempos en que gobernaban los Jueces en Israel, hubo una gran hambruna en el país. Debido a eso, un hombre de Belén de Judá se trasladó a los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos. (Rut 1, 1)

  • Cuando estaban en camino de regreso a Judá, Noemí dijo a sus nueras: «Creo que es mejor que ustedes se vayan a sus casas. (Rut 1, 8)

  • ¡Que, gracias a la descendencia que Yavé te concederá de esta joven, tu casa sea tan célebre como la de Peres, el hijo que Judá tuvo de Tamar!» (Rut 4, 12)

  • Saúl les pasó revista en Bezar: eran unos trescientos mil los de Israel y treinta mil los de Judá. (1 Samuel 11, 8)

  • Saúl convocó al pueblo y le pasó revista en Telam: doscientos mil hombres de infantería de la tribu de Israel y diez mil de Judá. (1 Samuel 15, 4)

  • Mientras tanto los filisteos habían reorganizado su ejército y se concentraron en Soco de Judá, acampando entre Soco y Azeca, en Efes-Damim. (1 Samuel 17, 1)

  • David era hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos. (1 Samuel 17, 12)

  • Los hombres de Israel y de Judá se pusieron en movimiento y, lanzando el grito de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Acarón. Y los cadáveres de los filisteos quedaron esparcidos por todo el camino, desde Saarayim hasta Gat y Acarón. (1 Samuel 17, 52)

  • todo Israel y Judá, en cambio, quería a David porque él marchaba siempre al frente de ellos. (1 Samuel 18, 16)

  • El profeta Gad dijo a David: «No te quedes en el refugio. Vuelve a las tierras de Judá.» Partió David y entró en el bosque de Jeret. (1 Samuel 22, 5)

  • Pero sus hombres le dijeron: «¡Mira!, aquí en Judá estamos amenazados y en peligro. ¿Qué será si además tenemos líos con los filisteos?» (1 Samuel 23, 3)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina