Encontrados 868 resultados para: hermanos de José

  • Finalmente, hermanos, estén alegres; sigan progresando; anímense; tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. (2º Carta a los Corintios 13, 11)

  • yo y todos los hermanos que están conmigo saludamos a las Iglesias de Galacia. (Carta a los Gálatas 1, 2)

  • Les recordaré, hermanos, que el Evangelio con el que los he evangelizado no es doctrina de hombres. (Carta a los Gálatas 1, 11)

  • y esto a pesar de que había intrusos, pues unos falsos hermanos se habían introducido para vigilar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y querían hacernos esclavos (de la Ley). (Carta a los Gálatas 2, 4)

  • Sólo debíamos acordarnos de los hermanos pobres de Jerusalén, lo cual he tenido cuidado en cumplir. (Carta a los Gálatas 2, 10)

  • En efecto, antes de que vinieran algunos allegados de Santiago, comía con los hermanos de origen no judío; pero después de que llegaron éstos empezó a alejarse, y ya no se juntaba con ellos por temor al grupo judío. (Carta a los Gálatas 2, 12)

  • Hermanos, tomemos una comparación. Cuando alguien ha hecho su testamento en debida forma, nadie puede anularlo ni agregarle nada. (Carta a los Gálatas 3, 15)

  • Les ruego, hermanos, que me imiten a mí como yo me hice semejante a ustedes. Siempre me han tratado bien. (Carta a los Gálatas 4, 12)

  • Hermanos, ustedes, como Isaac, son hijos de la promesa. (Carta a los Gálatas 4, 28)

  • Hermanos, nosotros somos hijos de la mujer libre y no de la esclava. (Carta a los Gálatas 4, 31)

  • Por mi parte, hermanos, si mantuviera la circuncisión: ¿creen que seguiría siendo perseguido? Pero con eso habría removido el escándalo de la cruz. (Carta a los Gálatas 5, 11)

  • Nuestra vocación, hermanos, es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros. (Carta a los Gálatas 5, 13)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina