Encontrados 282 resultados para: descendientes de benjamín

  • De la tribu de Benjamín, contando los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, según sus linajes y familias, (Números 1, 36)

  • Luego estará la tribu de Benjamín, cuyo jefe es Abidam, hijo de Guedeoní. (Números 2, 22)

  • Estos son los descendientes de Aarón y de Moisés en el tiempo que Yavé habló a Moisés en el monte Sinaí. (Números 3, 1)

  • El día nono, Abidam, hijo de Guedeoní, de la tribu de Benjamín, hizo su ofrenda. (Números 7, 60)

  • «Di a los hijos de Israel: Si uno de ustedes o de los descendientes de ustedes está impuro por haber tocado un cadáver, o está de viaje en tierra lejana, esto no le impedirá que celebre la Pascua de Yavé. (Números 9, 10)

  • Los sacerdotes, hijos de Aarón, tocarán las trompetas: ésta es una ley para ustedes y para sus descendientes. (Números 10, 8)

  • al frente de la tribu de los hijos de Benjamín (en formación) Abidán, hijo de Guedeoní. (Números 10, 24)

  • por la tribu de Benjamín, Palti, hijo de Rafu; (Números 13, 9)

  • Pero el pueblo que vive en ese país es muy poderoso. Las ciudades son muy grandes y fortificadas, hemos visto incluso a los descendientes de Enac. (Números 13, 28)

  • La norma será la misma para toda la comunidad, tanto para ustedes como para el extranjero que vive con ustedes: será una ley perpetua para sus descendientes. Yavé no hará diferencias entre el extranjero y ustedes. (Números 15, 15)

  • Hijos de Benjamín, por clanes: Belá y el clan belaíta; Asbel y el clan asbelita; Ajiram y el clan ajiramita; (Números 26, 38)

  • Esos eran los hijos de Benjamín, por clanes. Según el censo eran cuarenta y cinco mil seiscientos. (Números 26, 41)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina