Encontrados 299 resultados para: Rut

  • El que cultiva a la higuera comerá de su fruto, el que cuida de su patrón recibirá un anticipo. (Proverbios 27, 18)

  • me arreglé jardines y huertos: planté allí todos los árboles frutales. (Eclesiastés (Qohelet) 2, 5)

  • Todo lo que mis ojos deseaban, me lo concedí; no hubo placer del cual me haya privado, pues encontraba mi alegría en todo lo que hacía. Así al menos recogía el fruto de mi trabajo. (Eclesiastés (Qohelet) 2, 10)

  • ¿Quién sabe si será sabio o insensato? Pero él sera quien recogerá el fruto de mis trabajos bajo el sol, en los que empeñé a la vez mi sabiduría y mis preocupaciones: ¡así es como todo se nos escapa! (Eclesiastés (Qohelet) 2, 19)

  • Y vi que lo único que el hombre puede esperar es gozar del fruto de sus obras; porque esa es su condición. Pero, ¿quién le dará a conocer lo que pasará después? (Eclesiastés (Qohelet) 3, 22)

  • Cuando un hombre ha recibido de Dios posesiones y riquezas; cuando puede comer, gozar y disfrutar de su trabajo, todo eso es un don de Dios. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 18)

  • Alguien recibió de Dios fortuna, riqueza y honores: nada faltó de todo lo que pudo desear. Pero Dios no le concede disfrutar de ello, y es otro el que lo aprovecha. Esta es otra cosa muy mala y que no se puede justificar. (Eclesiastés (Qohelet) 6, 2)

  • Contempla la obra de Dios: ¿quién podrá enderezar lo que él ha curvado? En los días felices disfruta de la felicidad, y en el día de la desgracia, abre los ojos: Dios los ha dispuesto a ambos de tal manera que nadie pueda saber cuál será su fin. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 13)

  • Se temen las subidasy los barrancos en el camino; el almendro está en flor,la langosta está repleta,la alcaparra da su fruto.Ahí va el hombre a su casa de eternidad,y ya están las lloronas en la esquina de la calle. (Eclesiastés (Qohelet) 12, 5)

  • Como manzano entre los arbustos, así es mi amado entre los jóvenes. Estoy sentada a su sombra deseada y su fruto me es dulce al paladar. (Cantar 2, 3)

  • Tu tierra regada da un jardín de granadas con abundancia de frutos exquisitos y de hierbas aromáticas. (Cantar 4, 13)

  • Soplen, vientos del norte y del desierto, soplen en mi huerto para que se expandan sus aromas, y así entre mi amado en su huerto y coma de sus exquisitos frutos. (Cantar 4, 16)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina