Encontrados 104 resultados para: Judea

  • Comunicamos al rey que hemos ido a la provincia de Judea, a la Casa del Dios grande. La están construyendo con piedras talladas, y se colocan las maderas en los muros; el trabajo se hace con mucho esmero y adelanta rápidamente en sus manos. (Esdras 5, 8)

  • Hallé el registro del censo de los que habían regresado del destierro al principio. Encontré escrito lo siguiente: Estas son las personas de la provincia que regresaron del destierro, aquellos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había deportado y que volvieron a Jerusalén y Judea, cada uno a su ciudad. (Nehemías 7, 6)

  • Estos son los jefes de la provincia que se quedaron viviendo en Jerusalén. Respecto a las ciudades de Judea, cada uno se estableció en su propiedad, en la ciudad de su familia, tanto el pueblo de Israel como sus sacerdotes y levitas, los ayudantes y los hijos de los siervos de Salomón. (Nehemías 11, 3)

  • También enterré a los que mató Senaquerib a su regreso de Judea, después del castigo que recibió del Rey del cielo, a causa de sus blasfemias. En su enojo, mató a muchos israelitas, y yo escondí sus cuerpos y los enterré. Senaquerib los buscó, pero no los encontró. (Tobías 1, 18)

  • Después llegó frente a Esdrelón, cerca de Dotán, que está ubicado frente a la sierra montañosa de Judea. (Judit 3, 9)

  • ya que hacía poco que habían vuelto del destierro; el pueblo de Judea acababa de reunirse y de consagrar de nuevo el Templo con su altar y su mobiliario después de ser profanado. (Judit 4, 3)

  • diciéndoles que cuidaran las subidas de la montaña que dan acceso a Judea, pues era fácil detener allí el avance de los atacantes, ya que era tan estrecho el paso que sólo permitía pasar de dos en dos. (Judit 4, 7)

  • Porque si de hecho se apoderan de nosotros, caerá toda Judea, y nuestro Santuario será saqueado. (Judit 8, 21)

  • Te guiaré por toda Judea hasta llegar al corazón de Jerusalén. Tú los llevarás como ovejas sin pastor, y ni siquiera un perro ladrará contra ti. Todo esto me ha sido revelado para que te lo comunique.» (Judit 11, 19)

  • El decreto que imponía costumbres extranjeras llegó a Jerusalén y a toda Judea. (1 Macabeos 1, 44)

  • El rey comunicó esta obligación a todas sus provincias y los inspectores nombrados por él recorrieron el país de Judea. Debían procurar que se ofrecieran sacrificios en todas las ciudades. (1 Macabeos 1, 51)

  • En el año ciento cuarenta y cinco, el día quince del mes de Casleu, Antíoco levantó, sobre el altar del templo, el «abominable ídolo de los invasores». Construyeron también altares a través de todo el país de Judea. (1 Macabeos 1, 54)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina