Encontrados 868 resultados para: José y sus hermanos

  • Por lo demás, hermanos, fíjense en todo lo que encuentren de verdadero, noble, justo, limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso; en todos los valores morales que merecen alabanza. (Carta a los Filipenses 4, 8)

  • Saluden a los hermanos, como a santos en Cristo Jesús. Los saludan los hermanos que están conmigo. (Carta a los Filipenses 4, 21)

  • Los saludan todos los hermanos de aquí, especialmente los del palacio del César. (Carta a los Filipenses 4, 22)

  • a los santos y creyentes que viven en Colosas, verdaderos hermanos míos en Cristo: Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre. (Carta a los Colosenses 1, 2)

  • Saluden a los hermanos que están en Laodicea, sin olvidar a Ninfa y la Iglesia que se reúne en su casa. (Carta a los Colosenses 4, 15)

  • No olvidamos, hermanos amados por Dios, en qué circunstancias fueron llamados. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 4)

  • Bien saben, hermanos, que esa visita nuestra no fue en vano. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 1)

  • Recuerden, hermanos, nuestros trabajos y fatigas. Mientras les predicábamos el Evangelio de Dios, trabajábamos noche y día para no ser una carga para ninguno. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 9)

  • De hecho, hermanos, les tocó imitar a las Iglesias de Dios en Judea, Iglesias de Cristo Jesús, pues han sido perseguidos por sus compatriotas del mismo modo que ellos lo fueron por los judíos. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 14)

  • Así que son ustedes, hermanos, y su fe lo que nos dio ánimo en nuestras angustias y pruebas; (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 7)

  • Por lo demás, hermanos, les pedimos y rogamos en nombre del Señor Jesús: Aprendieron de nosotros cómo han de portarse para agradar a Dios; ya viven así, pero procuren hacer nuevos progresos. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 1)

  • En cuanto al amor mutuo de hermanos, no necesitan que les escriba, ya que Dios mismo les enseñó a amarse unos a otros. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 9)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina