Encontrados 633 resultados para: Jacob bendice a Faraón

  • y fue así como llegó a un pueblo de Samaría llamado Sicar, cerca de la tierra que Jacob dio a su hijo José. (Evangelio según San Juan 4, 5)

  • Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, cansado por la caminata, se sentó al borde del pozo. Era cerca del mediodía. (Evangelio según San Juan 4, 6)

  • Nuestro antepasado Jacob nos dio este pozo, del cual bebió él, sus hijos y sus animales; ¿eres acaso más grande que él?» (Evangelio según San Juan 4, 12)

  • Pero no; es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, el que acaba de glorificar a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y, cuando Pilato decidió dejarlo en libertad, renegaron de él. (Hecho de los Apóstoles 3, 13)

  • Luego hizo con él el pacto de la circuncisión. Y así, al nacer su hijo Isaac, Abrahán lo circuncidó al octavo día. Lo mismo hizo Isaac con Jacob, y Jacob con los doce patriarcas. (Hecho de los Apóstoles 7, 8)

  • y lo libró de todas sus tribulaciones; le concedió sabiduría y lo hizo grato a los ojos de Faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y de toda su casa. (Hecho de los Apóstoles 7, 10)

  • Al enterarse Jacob de que había trigo en Egipto, mandó allí a nuestros padres una primera vez. (Hecho de los Apóstoles 7, 12)

  • La segunda vez José se dio a conocer a sus hermanos y así Faraón conoció a la raza de José. (Hecho de los Apóstoles 7, 13)

  • Luego José mandó buscar a su padre Jacob con toda su familia, que se componía de setenta y cinco personas. (Hecho de los Apóstoles 7, 14)

  • Jacob entonces bajó a Egipto, donde murió él, y más tarde también nuestros padres. (Hecho de los Apóstoles 7, 15)

  • y cuando tuvieron que abandonarlo, la hija de Faraón lo recogió y lo crió como hijo suyo. (Hecho de los Apóstoles 7, 21)

  • «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob.» Moisés sintió tanto miedo que no se atrevía ni a mirar. (Hecho de los Apóstoles 7, 32)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina