Encontrados 28 resultados para: Cantos
Moisés le contestó: «No son gritos de victoria, ni lamentos de derrota; lo que oigo son cantos a coros.» (Exodo 32, 18)
Entónenle cantos y que todos mediten sus prodigios. (1 Crónicas 16, 9)
Ezequías mandó ofrecer el holocausto sobre el altar. Y al comenzar el holocausto comenzaron también los cantos y tocaron las trompetas junto con el coro de los instrumentos de David, rey de Israel. (2 Crónicas 29, 27)
Jeremías compuso un canto fúnebre sobre Josías, y todos los cantores y cantoras hablan todavía hoy de Josías en sus cantos fúnebres, lo cual se ha hecho costumbre en Israel. Están escritos entre las Lamentaciones. (2 Crónicas 35, 25)
Mattanías, hijo de Milká, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, que entonaba los cantos de acción de gracias; Baqbuquías, el segundo entre sus hermanos; Abdías, hijo de Sammúa, hijo de Galal, hijo de Jedutún. (Nehemías 11, 17)
Los jefes de los levitas eran: Jasabías, Serebías, Josué, Binuy, Cadmiel y sus hermanos, que se ponían frente a ellos para alertar los cantos de alabanza y de acción de gracias, conforme a las instrucciones de David, hombre de Dios; (Nehemías 12, 24)
Cuando se inauguró la muralla de Jerusalén, se buscó por todos los lugares a los levitas para traerlos a Jerusalén, con el fin de celebrar la inauguración con alegría, con cantos de acción de gracias y música de címbalos y cítaras. (Nehemías 12, 27)
desde los días de David y de Asaf, había jefes de cantores y cantos de alabanza y de acción de gracias a Dios. (Nehemías 12, 46)
sus calles entonarán cantos de alegría, y dirán todos sus habitantes: ¡Aleluya! Bendito sea Dios que te glorificó para siempre. (Tobías 13, 18)
Es un desahogo para mi alma, acordarme de aquel tiempo, en que iba con los nobles hasta la casa de Dios, entre vivas y cantos de la turba feliz. (Salmos 42, 5)
Mientras tanto en ti todos se alegran con cantos y con bailes. (Salmos 87, 7)
Precisamente en el mismo tiempo y en la misma fecha que lo habían profanado los paganos, fue consagrado con cantos acompañados de cítaras, arpas y címbalos. (1 Macabeos 4, 54)