1. Aquel día dirás: Yo te doy gracias, Señor, porque estabas irritado contra mí, pero tu cólera ha amainado y me has consolado.

2. Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.

3. Sacaréis agua con alegría de la fuente de la salvación.

4. Y diréis aquel día: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, proclamad sus proezas entre las naciones, repetid que su nombre es sublime.

5. Cantad al Señor, porque ha hecho maravillas; toda la tierra lo conozca.

6. Exulta, grita de júbilo, habitante de Sión, pues grande es en ti el Santo de Israel.





“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina