Znaleziono 214 Wyniki dla: verdad

  • Y es que, ¿quién es en verdad nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra corona de gloria delante de nuestro Señor Jesucristo en el día de su venida? ¿Quién sino vosotros? (I Tesalonicenses 2, 19)

  • y de todas las seducciones propias de la maldad para aquellos que están abocados a la perdición por no haber aceptado el amor de la verdad que los habría salvado. (II Tesalonicenses 2, 10)

  • de suerte que serán condenados todos aquellos que no solamente se resistieron a creer en la verdad, sino que además se complacieron en la iniquidad. (II Tesalonicenses 2, 12)

  • Pero nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por vosotros, hermanos queridos del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvaros por la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. (II Tesalonicenses 2, 13)

  • el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. (I Timoteo 2, 4)

  • del que yo he sido nombrado pregonero y apóstol -digo verdad, no miento-, para instruir a los paganos en la fe y en la verdad. (I Timoteo 2, 7)

  • por si tardo, para que sepas cómo has de conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad. (I Timoteo 3, 15)

  • que prohíben el matrimonio y ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes y los que conocen la verdad los coman y den gracias a Dios por ello. (I Timoteo 4, 3)

  • Ayuda a las viudas que lo sean de verdad. (I Timoteo 5, 3)

  • Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio testimonio de la verdad ante Poncio Pilato, te pido (I Timoteo 6, 13)

  • los cuales se desviaron de la verdad diciendo que la resurrección se ha realizado ya, y pervierten la fe de algunos. (II Timoteo 2, 18)

  • corregir con dulzura a los adversarios, para ver si Dios les concede el arrepentimiento, llegar al conocimiento de la verdad (II Timoteo 2, 25)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina