Znaleziono 407 Wyniki dla: sangre

  • impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará ante la Tienda del Encuentro; los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. (Levítico 3, 8)

  • impondrá la mano sobre su cabeza y la inmolará ante la Tienda del Encuentro; los hijos de Aarón derramarán su sangre alrededor del altar. (Levítico 3, 13)

  • El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. Toda la grasa perpetua de generación en generación, dondequiera que habitéis: no comeréis nada de grasa ni de sangre. (Levítico 3, 16)

  • El sacerdote ungido tomará parte de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda del Encuentro. (Levítico 4, 5)

  • El sacerdote mojará su dedo en la sangre y rociará con ella siete veces ante Yahveh frente al velo del Santuario. (Levítico 4, 6)

  • El sacerdote pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar del incienso aromático ante Yahveh en la Tienda del Encuentro, y verterá toda la sangre del novillo al pie del altar de los holocaustos que se encuentra a la entrada de la Tienda del Encuentro. (Levítico 4, 7)

  • Luego, el sacerdote ungido llevará parte de la sangre del novillo a la Tienda del Encuentro; (Levítico 4, 16)

  • el sacerdote mojará su dedo en la sangre y rociará siete veces ante Yahveh frente al velo. (Levítico 4, 17)

  • Pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar que se halla ante Yahveh en la Tienda del Encuentro, y derramará el resto de la sangre al pie del altar de los holocaustos, situado a la entrada de la Tienda del Encuentro. (Levítico 4, 18)

  • El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima, untará los cuernos del altar de los holocaustos y derramará la sangre al pie del altar de los holocaustos. (Levítico 4, 25)

  • El sacerdote mojará su dedo en la sangre, untará los cuernos del altar de los holocaustos, y derramará toda la sangre al pie del altar. (Levítico 4, 30)

  • El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima y untará los cuernos del altar de los holocaustos, y derramará toda la sangre al pie del mismo altar. (Levítico 4, 34)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina