Znaleziono 211 Wyniki dla: cuerpo
En seguida tiraron el cuerpo de Absalón a una gran fosa en el bosque, y amontonaron piedras encima. Entre tanto, todos los israelitas se habían dispersado, yendo cada uno a su lugar. (2 Samuel 18, 17)
Las cuatro ruedas estaban bajo los paneles, y sus ejes formaban un solo cuerpo con la basa; las ruedas tenían una altura de setenta centímetros. (1 Reyes 7, 32)
Había cuatro asas en los cuatro ángulos de cada basa, formando un cuerpo con la basa. (1 Reyes 7, 34)
La parte superior de la basa formaba como un círculo de medio codo de altura, unido a los paneles, haciendo un solo cuerpo con ellos. (1 Reyes 7, 35)
Cuando Ajab oyó estas palabras, rasgó sus ropas y se puso un saco sobre el cuerpo, ayunó y se acostó con el saco puesto, y andaba cabizbajo. (1 Reyes 21, 27)
Luego se acostó sobre el niño, puso su boca sobre la boca del niño, sus ojos sobre los ojos, sus manos sobre las manos, y el calor volvió al cuerpo del niño. (2 Reyes 4, 34)
Su cuerpo fue traído de allí en un carro, y lo sepultaron en Jerusalén con sus padres, en la ciudad de David. (2 Reyes 14, 20)
Entonces, la espada de mis soldados y la lanza de la multitud de mis servidores traspasará tu cuerpo; cuando yo vuelva del combate tú estarás reunido con los muertos de Israel. (Judit 6, 6)
«Señor, Dios de mi padre Simeón, a él le diste una espada para castigar a aquellos extranjeros que violaron a una virgen ultrajándola, que desnudaron su cuerpo para su propia vergüenza y que profanaron su seno para su propia deshonra. Ellos hicieron eso, aunque tú dijiste: (Judit 9, 2)
Después hizo rodar el cuerpo lejos del lecho y arrancó las cortinas de las columnas. En seguida salió y entregó la cabeza de Holofernes a su sirvienta, (Judit 13, 9)
Se había quitado su elegante vestido y se había puesto ropa de luto hecha tiras. En lugar de sus caros perfumes se había cubierto la cabeza de cenizas y polvo. Humilló ásperamente su cuerpo y con las desatadas trenzas de su cabellera cubrió su atrayente figura. (Ester 14, 2)
Alimenta con sangre a sus pichones, llega al instante donde cae un cuerpo.» (Job 39, 30)