Znaleziono 150 Wyniki dla: ancianos
Así habla Yavé de los ejércitos: «Los ancianos y las viejas volverán a sentarse en las plazas de Jerusalén, apoyándose en su bastón por el peso de los años. (Zacarías 8, 4)
Por eso los fariseos y maestros de la Ley le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los ancianos, sino que comen con manos impuras?» (Evangelio según San Marcos 7, 5)
Muy temprano, los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la Ley (es decir, todo el Consejo o Sanedrín) celebraron consejo. Después de atar a Jesús con cadenas, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. (Evangelio según San Marcos 15, 1)
Escuchen lo que sucederá en los últimos días, dice Dios: derramaré mi Espíritu sobre cualesquiera que sean los mortales. Sus hijos e hijas profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos. (Hecho de los Apóstoles 2, 17)
Al día siguiente, los jefes de los saduceos se reunieron con los ancianos y los maestros de la Ley de Jerusalén. (Hecho de los Apóstoles 4, 5)
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y Ancianos: (Hecho de los Apóstoles 4, 8)
Apenas quedaron libres, Pedro y Juan fueron a los suyos y les contaron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los ancianos. (Hecho de los Apóstoles 4, 23)
Entraron, pues, en el Templo al amanecer, y se pusieron a enseñar. Mientras tanto el sumo sacerdote y sus partidarios reunieron al Sanedrín con todos los ancianos de Israel y enviaron a buscar a los prisioneros a la cárcel. (Hecho de los Apóstoles 5, 21)
Con esto movieron el pueblo, los ancianos y los maestros de la Ley, llegaron de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el Sanedrín. (Hecho de los Apóstoles 6, 12)
Debían entregar la siguiente carta: «Los apóstoles y los hermanos con título de ancianos saludan a los hermanos no judíos de Antioquía, Siria y Cilicia. (Hecho de los Apóstoles 15, 23)
esto lo saben muy bien el sumo sacerdote y el Consejo de los Ancianos. Incluso me entregaron cartas para nuestros hermanos de Damasco, y salí para detener a los cristianos que allí había y traerlos encadenados a Jerusalén para que fueran castigados. (Hecho de los Apóstoles 22, 5)
Se presentaron, pues, a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos y les dijeron: «Nos hemos comprometido bajo juramento a no probar comida alguna hasta que no hayamos dado muerte a Pablo. (Hecho de los Apóstoles 23, 14)