Znaleziono 106 Wyniki dla: órdenes

  • Todas tus sentencias, Señor, son justas cuando decides castigar mis pecados y los de mis padres, porque no hemos cumplido tus mandatos ni hemos obedecido sinceramente tus órdenes. (Tobías 3, 5)

  • Tú no desobedezcas las órdenes de tu señor, sino realízalas pronto como te lo he mandado.» (Judit 2, 13)

  • Los israelitas cumplieron las órdenes de Joaquín, jefe de los sacerdotes, y del consejo de los Ancianos de todo Israel, que se encontraba en Jerusalén. (Judit 4, 8)

  • Cuando estuvieron reunidos, les preguntó qué había que hacer, según la ley, con la reina Vasti, que había desobedecido sus órdenes. (Ester 1, 15)

  • Llevaban la firma y el sello del rey Asuero y fueron distribuidas por correos a caballo, que, montando en corceles de las caballerizas reales, se dirigieron rápidamente a su destino cumpliendo órdenes del rey. (Ester 8, 10)

  • Las órdenes del rey debían ejecutarse el día trece del duodécimo mes, Adar, el mismo día en que los enemigos de los judíos tenían pensado aplastarlos; pero la situación cambió, pues fueron los judíos quienes aplastaron a sus adversarios. (Ester 9, 1)

  • Cuando siente la trompeta relincha, y olfatea de lejos el combate, las órdenes de los jefes y el grito de guerra. (Job 39, 25)

  • De la columna de nube les hablaba, guardaban sus órdenes, las leyes que les dio. (Salmos 99, 7)

  • Bendigan al Señor todos sus ángeles, héroes poderosos, que ejecutan sus órdenes apenas oyen el sonido de su palabra. (Salmos 103, 20)

  • Matatías, a grandes voces, respondió: «Aunque todas las naciones que forman el reino abandonen la religión de sus padres y se sometan a las órdenes del rey Antíoco, (1 Macabeos 2, 19)

  • No obedeceremos las órdenes del rey para apartarnos de nuestra religión, ni a la derecha ni a la izquierda.» (1 Macabeos 2, 22)

  • Pensó: «Esta es la oportunidad para hacerme famoso y ser un hombre importante en el reino. Iré a pelear con Judas y los suyos, que no obedecen las órdenes del rey.» (1 Macabeos 3, 14)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina