Deuteronomio, 10

La Biblia de Jerusalén

1 Yahveh me dijo entonces: «Labra dos tablas de piedra como las primeras y sube donde mí a la montaña; hazte también un arca de madera.

2 Yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras que rompiste, y tú las depositarás en el arca.»

3 Hice un arca de madera de acacia, labré dos tablas de piedra como las primeras y subí a la montaña con las dos tablas en la mano.

4 El escribió en las tablas lo mismo que había escrito antes, las diez Palabras que Yahveh había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la Asamblea. Y Yahveh me las entregó.

5 Yo volví a bajar del monte, puse las tablas en el arca que había hecho y allí quedaron, como me había mandado Yahveh.

6 Los israelitas partieron de los pozos de Bené Yaacán, hacia Moserá. Allí murió Aarón y allí fue enterrado. Le sucedió en el sacerdocio su hijo Eleazar.

7 De allí se dirigieron a Gudgoda y de Gudgoda a Yotbatá, lugar de torrentes.

8 Yahveh separó entonces a la tribu de Leví para llevar el arca de la alianza de Yahveh, sirviéndole y dando la bendición en su nombre hasta el día de hoy.

9 Por eso Leví no ha tenido parte ni heredad con sus hermanos: Yahveh es su heredad, como Yahveh tu Dios le dijo.

10 Yo me quedé en el monte, como la primera vez, cuarenta días y cuarenta noches. También esta vez me escuchó Yahveh y renunció a destruirte.

11 Y me dijo Yahveh: «Levántate, ve a ponerte al frente de este pueblo, para que vayan a tomar posesión de la tierra que yo juré a sus padres que les daría.»

12 Y ahora, Israel, ¿qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahveh tu Dios, que sigas todos sus caminos, que le ames, que sirvas a Yahveh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,

13 que guardes los mandamientos de Yahveh y sus preceptos que yo te prescribo hoy para que seas feliz?

14 Mira: De Yahveh tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y cuanto hay en ella.

15 Y con todo, sólo de tus padres se prendó Yahveh y eligió a su descendencia después de ellos, a vosotros mismos, de entre todos los pueblos, como hoy sucede.

16 Circuncidad el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz,

17 porque Yahveh vuestro Dios es el Dios de los dioces y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno;

18 que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al forastero, a quien da pan y vestido.

19 (Amad al forastero porque forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.)

20 A Yahveh tu Dios temerás, a él servirás, vivirás unido a él y en su nombre jurarás.

21 El será objeto de tu alabanza y él tu Dios, que ha hecho por ti esas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.

22 No más de setenta personas eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y Yahveh tu Dios te ha hecho ahora numeroso como las estrellas del cielo.




Versículos relacionados com Deuteronomio, 10:

Deuteronomio 10 enfatiza la grandeza y la bondad de Dios, así como la importancia de obedecer sus mandamientos. Moisés recuerda a la gente cómo Dios renovó las juntas de la ley después de que los rompieron, y cómo los guió a través del desierto durante cuarenta años. También insta a la gente a temer al Señor, servirle con todos sus corazones y mantener los mandamientos que les dio.

Salmo 111:10: "El miedo al Señor es el principio de la sabiduría; la buena comprensión tiene a todos los que cumplen sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre". Este versículo enfatiza la importancia del miedo al Señor y la obediencia a sus mandamientos, que es un tema central de Deuteronomio 10.

Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo tu corazón y no agites en tu propio entendimiento. Lo reconoce en todos tus caminos, y él enderezará tus caminos". Este versículo fomenta la confianza total en Dios y la búsqueda de su orientación, que también es un tema de Deuteronomio 10.

Isaías 6:8: "Después de esto escuché la voz del Señor, quién dijo, a quién enviaré y a quién irás a nosotros? Entonces dije, aquí me envié a mí". Este versículo habla sobre la voluntad de Isaías para ser enviado por Dios en una misión, una actitud similar a la que Moisés alienta en el pueblo de Israel en Deuteronomio 10.

Joshua 22:5: "Solo ten cuidado de diligentes el mandamiento y la ley que Moisés, el siervo del Señor, te ordenó: que ames al Señor, a tu Dios, y hayas estado en todos tus caminos, y mantengas el tuyo propio Mandamientos, y se le tocará, y le servirá con todo tu corazón y con toda tu alma ". Este versículo enfatiza la importancia de diligentemente para mantener los mandamientos de Dios y amarlo con todo su corazón, como también se menciona en Deuteronomio 10.

Mateo 22:37-39: "Jesús le respondió, amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu entendimiento. Este es el gran y primer mandamiento. Y el segundo, similar a Esto, amarás a tu prójimo como a ti mismo ". Este versículo habla sobre los dos mandamientos más grandes de Dios: amarlo con todo el corazón, el alma y la comprensión, y amar a los demás en cuanto a sí mismos, que también son valores enfatizados en Deuteronomio 10.


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