Fondare 311 Risultati per: tienda
Plantaron en la terraza una tienda de campaña para Absalón, y Absalón se acostó con las concubinas de su padre a la vista de todo Israel. (II Samuel 16, 22)
Tomaron a Absalón y lo echaron en una gran fosa en el bosque, y pusieron sobre él un gran montón de piedras. Todos los israelitas habían huido, cada uno a su tienda. (II Samuel 18, 17)
Entonces el rey se levantó y fue a sentarse a la puerta. Se informó a todo el ejército de que el rey estaba sentado a la puerta. Y todo el ejército se presentó ante el rey. Los de Israel habían huido cada uno a su tienda. (II Samuel 19, 9)
Puso a su alrededor la oscuridad por tienda, agua tenebrosa y densas nubes. (II Samuel 22, 12)
y la llevaron junto con la tienda de la reunión y todos los utensilios sagrados que había en ella. La llevaron los sacerdotes y los levitas. (I Reyes 8, 4)
Los leprosos llegaron hasta el extremo del campamento, entraron en una tienda, comieron y bebieron y se llevaron plata, oro y vestidos, que fueron a esconder. Volvieron de nuevo, entraron en otra tienda, la desvalijaron y fueron a esconder el botín. (II Reyes 7, 8)
(17 )Servían como cantores en la tienda de la reunión hasta que Salomón edificó el templo del Señor en Jerusalén: ejercían su servicio según reglas propias. (I Crónicas 6, 32)
Salún, hijo de Coré, hijo de Abiasaf, hijo de Córaj, y sus hermanos, los corajitas, de la misma casa patriarcal, se dedicaban al servicio litúrgico y guardaban como porteros la entrada de la tienda, como habían hecho sus padres un día con la entrada del campamento del Señor. (I Crónicas 9, 19)
Zacarías, hijo de Meselemías, era portero de la entrada de la tienda de la reunión. (I Crónicas 9, 21)
Ellos y sus descendientes tenían a su cargo las puertas del templo del Señor, la tienda. (I Crónicas 9, 23)
David construyó casas en la ciudad de su nombre y preparó un lugar para el arca de Dios, donde plantó una tienda. (I Crónicas 15, 1)
Metieron el arca de Dios y la colocaron en medio de la tienda que David había levantado para ella. Ofrecieron luego al Señor holocaustos y sacrificios de reconciliación. (I Crónicas 16, 1)