Fondare 125 Risultati per: el buen pastor

  • Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador. (Génesis 4, 2)

  • La joven era de muy buen ver, virgen, que no había conocido varón. Bajó a la fuente, llenó su cántaro y subió. (Génesis 24, 16)

  • y postrándome adoré a Yahveh, y bendije a Yahveh, el Dios de mi señor Abraham, que me había puesto en el buen camino para tomar a la hija del hermano de mi señor para su hijo. (Génesis 24, 48)

  • Los del lugar le preguntaban por su mujer, y él decía: «Es mi hermana.» En efecto, le daba reparo decir: «Es mi mujer», no fuesen a matarle los del lugar por causa de Rebeca, ya que ella era de buen ver. (Génesis 26, 7)

  • Los ojos de Lía eran tiernos. Raquel, en cambio, era de bella presencia y de buen ver. (Génesis 29, 17)

  • Y dijo Lía: «Me ha hecho Dios un buen regalo. Ahora sí que me apreciará mi marido, pues le he dado seis hijos.» Y le llamó Zabulón. (Génesis 30, 20)

  • Esta es la historia de Jacob. José tenía diecisiete años. Estaba de pastor de ovejas con sus hermanos - él, muchacho todavía, con los hijos de Bilhá y los de Zilpá, mujeres de su padre. Y José comunicó a su padre lo mal que se hablaba de ellos. (Génesis 37, 2)

  • y bendijo a José diciendo: «El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta el presente día, (Génesis 48, 15)

  • pero es roto su arco violentamente y se aflojan los músculos de sus brazos por las manos del Fuerte de Jacob, por el Nombre del Pastor, la Piedra de Israel, (Génesis 49, 24)

  • Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios. (Exodo 3, 1)

  • Moisés les respondió: «¿Por qué hacéis eso, pasando por encima de la orden de Yahveh? Eso no tendrá buen éxito. (Números 14, 41)

  • uno que salga y entre delante de ellos y que los haga salir y entrar, para que no quede la comunidad de Yahveh como rebaño sin pastor.» (Números 27, 17)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina