Fondare 211 Risultati per: consejo sabio
Te has pensado que meras palabras de los labios son consejo y bravura para la guerra. Pero ahora ¿en quién confías, que te has rebelado contra mí? (II Reyes 18, 20)
También de Manasés se pasaron algunos a David, cuando éste iba con los filisteos a la guerra contra Saúl, aunque no les ayudaron, porque los tiranos de los filisteos, habido consejo, le despidieron, diciendo: «Se pasará a Saúl, su señor, con nuestras cabezas.» (I Crónicas 12, 20)
Y añadía Juram: «Bendito sea Yahveh, el Dios de Israel, hacedor del cielo y de la tierra, que ha dado al rey David un hijo sabio, prudente e inteligente, que edificará una Casa a Yahveh y una casa real para sí. (II Crónicas 2, 11)
El rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a su padre Salomón, en vida de éste, diciendo: « ¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo?» (II Crónicas 10, 6)
Pero él abandonó el consejo que los ancianos le aconsejaron y pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y estaban a su servicio. (II Crónicas 10, 8)
y el rey les respondió con dureza, abandonando el consejo de los ancianos, (II Crónicas 10, 13)
y hablándoles según el consejo de los jóvenes, diciendo: «Mi padre hizo pesado vuestro yugo, yo lo haré más pesado todavía; mi padre os azotó con azotes, pero yo os azotaré con escorpiones.» (II Crónicas 10, 14)
También por consejo de ellos fue con Joram, hijo de Ajab, rey de Israel, para combatir a Jazael, rey de Aram, en Ramot de Galaad; los arameos hirieron a Joram, (II Crónicas 22, 5)
Mientras él le hablaba, Amasías le interrumpió: «¿Acaso te hemos hecho consejero del rey? ¡Cállate! ¿Por qué te han de matar?» El profeta concluyó diciendo: «Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque hiciste eso y no quieres escuchar mi consejo.» (II Crónicas 25, 16)
tomó consejo con sus jefes y sus valientes en orden a cegar las fuentes de agua que había fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. (II Crónicas 32, 3)
Hagamos alianza con nuestro Dios de despedir a todas las mujeres extranjeras y a los hijos nacidos de ellas, conforme al consejo de mi señor y de los temerosos de los mandamientos de nuestro Dios. Hágase según la Ley. (Esdras 10, 3)
Todo aquel que no viniera en el plazo de tres días, según el consejo de los jefes y de los ancianos, vería consagrada al anatema toda su hacienda y sería él mismo excluido de la asamblea de los deportados. (Esdras 10, 8)