Fondare 363 Risultati per: alianza de los amorreos/page/9

  • Pero contigo estableceré mi alianza: tú entrarás en el arca con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos. (Génesis 6, 18)

  • "Además, yo establezco mi alianza con ustedes, con sus descendientes, (Génesis 9, 9)

  • Yo estableceré mi alianza con ustedes: los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro Diluvio para devastar la tierra". (Génesis 9, 11)

  • Dios añadió: "Este será el signo de la alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros: (Génesis 9, 12)

  • yo pongo mi arco en las nubes, como un signo de mi alianza con la tierra. (Génesis 9, 13)

  • me acordaré de mi alianza con ustedes y con todos los seres vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del Diluvio para destruir a los mortales. (Génesis 9, 15)

  • Al aparecer mi arco en las nubes, yo lo veré y me acordaré de mi alianza eterna con todos los seres vivientes que hay sobre la tierra. (Génesis 9, 16)

  • Este, dijo Dios a Noé, es el signo de la alianza que establecí con todos los mortales". (Génesis 9, 17)

  • también de los jebuseos, de los amorreos, de los guirgasitas, (Génesis 10, 16)

  • Luego dieron vuelta hasta En Mispat -actualmente Cades- y sometieron todo el territorio de los amalecitas, y también a los amorreos que habitaban en Hasasón Tamar. (Génesis 14, 7)

  • Sólo a la cuarta generación tus descendientes volverán aquí, porque hasta ahora no se ha colmado la iniquidad de los amorreos". (Génesis 15, 16)

  • Aquel día, el Señor hizo una alianza con Abrám diciendo: el río Éufrates: (Génesis 15, 18)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina